En 2021, el Ayuntamiento de Torrecaballeros inició el proyecto del Jardín Naturalista de la Fresneda “con el fin de convertir un espacio deteriorado, baldío y sin uso, en un espacio pionero en nuestra provincia; un jardín que ya está siendo conocido y reconocido en foros de paisajismo y eco desarrollo, así como en ámbitos universitarios”, remarca el Alcalde de la localidad, Rubén García.
“Confiando plenamente en el trabajo del paisajista Guillermo Cuadrado y su equipo, este espacio ha ido tomando forma a lo largo de estos dos últimos años en los que se han ido transformando su más de 4.800 metros cuadrados en un proceso de re-naturalización, dando lugar a un jardín en el que conviven zonas de pradera, senderos, árboles, composiciones botánicas de gran diversidad, espacios de descanso, etc.”, remarca García.
La estructura del jardín continúa desarrollándose en torno a distintos espacios, desde la entrada por la calle Berrocales, con un acceso en pendiente hacia la pradera central jalonado de conníferas y frondosas: pinos, abetos, arces, madroños, lauros, abelias, etc.
El talud arbolado que salva el desnivel entre las últimas edificaciones del núcleo urbano y esta zona verde, cuenta ya con fresnos, acacias, cotoneaster, cipreses, prunos y rosa mutábilis, entre otros ejemplares.
A modo de media luna, y presentada hacia una gran pradera de hierba verde, se encuentra una bancada que cuenta con una parte cubierta por una estructura para lograr sombra gracias a distintos tipos de plantas trepadoras. Adornan la bancada y la orla adyacente jaboneros de la China, agaves, adelfas, espíreas, rosales, jaras, salvias, boneteros, jazmines, etc.
La isla del Sauce es actualmente el grupo vegetal más llamativo y bello del jardín. Situado casi en su centro, cuenta con un sauce llorón aislado y una composición de una treintena de diversas gramíneas ornamentales y otras vivaces.
El eje central lo compone un sendero que atraviesa el jardín y en cuyos márgenes podemos encontrar endrinos, arce negundo, durillos, cerezos, lavanda, nogal, manzano, gingko biloba, cedro, thuya, arce japonés, tilo, hiedra o árbol del paraíso.
El Jardín de Rojos es otra zona de este espacio, en el que, a modo de dos parterres divididos y organizados por Prunos de follaje rojo se han plantado distintas variedades de rosales y otras especies.
Además, en la zona sur, también hay una bancada a modo de zona de descanso, con unas espectaculares vistas hacia la dehesa y sus preciosos atardeceres en la que podemos encontrar rosa banksiae, rosa arbustiva, tarajes, lavanda, etc. Recientemente se han instalado también varios tipis, o pequeñas chozas de brezo, para uso infantil y cuyo recinto está conformándose con recientes plantaciones de coníferas de crecimiento cónico y un “hotel de insectos”.
El alcalde señala que “de aquí en adelante, además de la consolidación y cuidado de todas estas zonas, se llevarán a cabo trabajos para incrementar la presencia de plantas de fruto y frutales; continuar con algunas colecciones botánicas, especialmente pequeñas coníferas y frondosas; nuevos elementos de juego infantil; formación de pequeños estanques naturalizados; instalación de señalización para dar a conocer las distintas especies que podemos encontrar en el jardín; etc.”
“No siempre es fácil que todo el mundo comprenda la relevancia de proyectos como éste en el que no se busca la inmediatez, sino una mirada a futuro, trabajando por la recuperación de nuestro entorno de un modo distinto al habitual y siempre, como hemos hecho en otros entornos como las pozas de lino, de la mano y bajo los criterios de profesionales”, concluye.
