En los primeros días del mes de diciembre de 2021, esta redacción dio cumplida cuenta del escaso interés que para el Ayuntamiento de Segovia tiene el deporte, poniendo negro sobre blanco los números que avalan esta afirmación. Un año después, al Instituto Municipal de Deportes de nuevo solo le llega (y no sin apuros) para mantener las instalaciones deportivas, ayudar en lo que puede a los clubes y a las actividades deportivas… y a poco más.
Los datos hablan por sí mismos. En el año 2011, el presupuesto del IMD era de 1.714.851,2 euros. Un año más tarde se produjo un fuerte descenso hasta el 1.577.600 euros, y en esa cantidad se ha venido manejando el Instituto Municipal de Deportes durante toda la década, hasta llegar al 1.590.100 euros del año 2022, lo que viene a ser… 950 euros más que en 2021. Ha pasado poco más de una década en la que no se necesita ser una lumbrera económica para adivinar que la subida de precios ha sido global, pero para el deporte municipal esta subida no ha tenido respuesta en lo que a los ingresos del IMD se refiere.
SUBEN LOS GASTOS DE PERSONAL
Sirva como ejemplo el dato del dinero destinado a gastos de personal. En 2021 fue de 583.600 euros, y en el 2022 subió hasta los 590.000 euros. El mantenimiento de bienes y servicios es una de las partidas que sale peor parada, porque si en 2021 se destinaron 701.950 euros en este concepto, en 2022 esta partida bajó hasta los 692.750 euros. En lo referente a la promoción y el fomento del deporte, la partida destinada para todos los clubes fue de 285.000 euros.
Ahora bien, en honor a la verdad hay que señalar que el Ayuntamiento de Segovia, además de subvencionar al IMD con 1.350.000 euros (el resto del presupuesto del IMD se alcanza con el canon por el uso de las instalaciones deportivas y otras actividades por las que se cobra), también destina más de un millón de euros a gastos de personal de la Concejalía de Deportes, así como al canon que abona a la concesionaria del Complejo Carlos Melero, que ronda los 185.000 euros.
EL MÓDULO CUBIERTO, TAMPOCO
En Segovia, es norma habitual que las inversiones en instalaciones deportivas se hagan depender de la ayuda externa, buscando subvenciones hasta para reformar alguna de las instalaciones que suman varias décadas de vida sin que se haya podido acometer más que arreglos puntuales, y sirvan como ejemplo tanto las calderas de la piscina cubierta como el campo de La Albuera.
Y ello por no hablar del módulo cubierto de atletismo, una de las grandes obsesiones de la concejal de Deportes, Marian Rueda, que posiblemente deje su cargo sin que una sola máquina haya logrado horadar un céntimetro de tierra para iniciar la obra, atascado el proyecto entre trámites administrativos y gestiones sin culminar con la Junta o el Consejo Superior de Deportes.
En el apartado de deporte/espectáculo, la Concejalía ha hecho sus gestiones para conseguir eventos más allá de los deportes de masas, ya fuera la prueba de la Copa del Mundo de Esgrima o el Campeonato de España de capoeira. Pero cuando ha querido ir más allá aspirando a la celebración de la Copa de España de fútbol sala, o a ser la sede de dos encuentros amistosos de la Selección Femenina, se ha encontrado de nuevo con el impedimento económico. Ese que parece que no tienen otras ciudades.
LA JUNTA PONE MEDIO MILLÓN
Desde que en el año 1996, y tal y como hizo con otras provincias como Ávila, León, Salamanca, Soria o Zamora, la Junta de Castilla y León transfiriera al Ayuntamiento de Segovia la titularidad y la gestión de la piscina climatizada (en aquella época todavía sin terminar), el pabellón Emperador Teodosio y el pabellón Enrique Serichol, la institución autonómica ha venido aportando al Ayuntamiento de Segovia del orden de medio millón de euros anuales hasta llegar a los 531.622 euros que se llevan abonando desde 2014, con el fin de que la ciudad efectúe tanto el mantenimiento de las instalaciones como los gastos del personal encargado de las mismas. Esta redacción desconoce si esa cantidad está incluida en el millón de euros que el Ayuntamiento destina a los gastos de personal.
