Pasaron ya las primeras 24 horas de la declaración del estado de Alerta en España contra el coronavirus. La restricción de la libre circulación por calles y plazas de la provincia, unida al cierre total de bares, restaurantes y lugares de ocio dejaron en su casa a la práctica totalidad de los segovianos, que acataron con resignación y responsabilidad la imposibilidad de salir de sus domicilios a excepción de aquellas salvedades que marca el decreto gubernamental.
Así, entre los muy escasos ciudadanos que ayer salieron a la calle –la mayor parte para dirigirse a sus lugares de trabajo- podían verse a aquellos que iban a por el pan y el periódico, y a quienes le daban el preceptivo paseo a su perro. El tráfico, casi inexistente en las principales arterias de la capital segoviana, dotaba a la ciudad de un silencio que en algunos lugares como el centro histórico resultaba estremecedor, dada la ausencia de personas y de vehículos.
Las patrullas de la Policía Local y del Cuerpo Nacional de Policía recorrieron la ciudad y realizaron algunos controles aleatorios sobre algunos ciudadanos, que en casi todos los casos se saldaron con recomendaciones para evitar salir a la calle lo mínimo imprescindible. Sólo hubo que lamentar un incidente en el barrio de La Albuera, donde un joven fue detenido por escupir a un agente por un presunto delito de desobediencia a la autoridad. Según informaron a esta redacción fuentes policiales, el detenido fue puesto a disposición judicial, que ordenó que se llevara al detenido en cuarentena para que cumpliera con su obligación de permanecer en casa.
La detención fue el lunar de una jornada que volvió a demostrar que los segovianos, al igual que la gran mayoría de los españoles, están dispuestos a luchar contra el coronavirus con las armas que les proporciona la sociedad, que en este momento no son otras que cumplir fielmente con todas y cada una de las recomendaciones de las autoridades.
Más allá del cumplimiento, la sociedad segoviana hizo patente su apoyo a los profesionales sanitarios que estos días trabajan en los centros asistenciales para atender a los enfermos y contagiados saliendo a los balcones y ventanas de sus domicilios para tributar un aplauso.
La cita, a las ocho de la tarde, rompió el silencio de las calles con una atronadora ovación que se prolongó durante más de cinco minutos, a la que en algunos casos se añadió el himno nacional o la música de ‘Las Habas Verdes’, de Agapito Marazuela, y sirvió para inyectar la moral necesaria para soportar estos días de zozobra e incertidumbre.
Pero hay otros gestos solidarios que devuelven la confianza en el ser humano y que ratifican la capacidad solidaria en tiempos de crisis. Así, los jóvenes de la Feligresía de San Andrés han querido cambiar la frustración por la suspensión de la Semana Santa por solidaridad y ayuda, y han hecho público en sus redes sociales su intención de ponerse al servicio de las personas que puedan requerir su ayuda para realizar compras en establecimientos de alimentación y farmacia durante este tiempo.
En el mismo sentido, la asociación Segovia Asistencia de Emergencias y Rescates (SAEMER) de Protección Civil ha puesto a disposición de los ciudadanos a sus voluntarios para llevar a cabo labores de compra de productos de primera necesidad, facilitando los teléfonos 667607951 y 626148665 para ponerse en contacto con ellos.
Son dos de los muchos ejemplos que estos días pueden verse en redes sociales, y que prueban que el esfuerzo conjunto dará resultados más pronto que tarde.
