El último fin de semana del mes de julio se puso el broche de oro al final de las XXXII Jornadas Musicales que organiza la Asociación ‘Taller Cultural de Fuentepelayo’. Este tradicional ciclo musical veraniego cuenta con el patrocinio de la Fundación Caja Cega y la colaboración del Ayuntamiento de la localidad y de Cajaviva.
Para el concierto de clausura se contó en la programación con el grupo ‘Adobe’. Esta agrupación musical procede de Macotera (Salamanca) y cuenta con una decena de músicos. Las dulzainas se acompañaron para la ocasión de un bajo eléctrico, saxofones, flauta y de una variada percusión.
El grupo ‘Adobe’ es una cualificada sección de la Escuela de Dulzaina y Percusión de la referida localidad salmantina. Está dirigido artísticamente por Víctor Manuel Blázquez y se ha hecho popular gracias al arte que atesoran y por sus reiteradas apariciones televisivas en el programa ‘Con la música a todas partes’.
En su actuación en el escenario de la Plaza de Gracia, la agrupación interpretó un repertorio compuesto en su mayoría por temas no asociados específicamente a la dulzaina. Entre otras canciones, los espectadores disfrutaron de partituras de Shostakovich, Johan Strauss y otros temas conocidos de música clásica. También tuvieron cabida canciones de zarzuela como ‘La boda de Luis Alonso’. “Es tan amplio y ameno el repertorio que ofrece este grupo, y sobre todo, tan maravillosamente ejecutado, que nadie quedó defraudado al ver colmadas con creces las máximas expectativas cradas”. Antes de dar por finalizado su concierto, el grupo ‘Adobe’ premió a los espectadores que llenaron el recinto con una jota y un pasodoble, en los que contaron con la colaboración artística de dulzaineros de Hontalbilla, Lastras y Zarzuela del Pinar. “Fue la sorpresa de un concierto que dejó maravillados a los espectadores por su calidad musical. Pocas veces se puede ver a un auditorio al completo aclamando todas y cada una de las canciones que se interpretaron”.
Esta experiencia musical en las Jornadas Musicales del Taller Cultural de Fuentepelayo en torno a la ‘otra’ dulzaina, “dejó bien a las claras las posibilidades que acompañan a este instrumento, haciendo posible la interpretación de temas que hasta no hace mucho le eran inaccesibles. Cerrando los ojos y haciendo un ejercicio de abstracción; escuchando los temas de este recital, cualquier espectador podría imaginarse estar asistiendo a un concierto de cualquier prestigiosa orquesta sinfónica del mundo por la enorme cantidad de matices musicales y la magia que el grupo ‘Adobe’ fue capaz de sacar de sus instrumentos”.
