Con permiso. Sobre el tema ya escribí en El Adelantado. Hay ahora algunos datos nuevos entre los que es prioritaria una petición al Ayuntamiento: ¿Consideraría oportuno la Corporación colocar una placa/recuerdo en el lugar donde estuvo el Gimnasio ubicado cerca de un siglo?
Fue en el año 1844. En el Colegio de Artillería de Segovia se crea un gimnasio. Fue su primer director Estanislao Marañón. No deja de ser una referencia. La otra tiene fecha de 1889. Acaba sus estudios la primera promoción de alumnos de la Escuela Central de Gimnasia de Madrid. Entre los nuevos diplomados (nueve) se encontraba el valenciano José Mª Martínez Bernabéu. El mismo que poco tiempo después, tras preceptiva oposición, ocupa la plaza de profesor de Esgrima y Gimnasia en la Academia de Artillería ubicada en Segovia, donde se trasladó con su familia.
Ante las peticiones que le llegaban de abrir un gimnasio privado en la ciudad, se decidió, todo provisional, por un local en Los Leones, al lado de la Catedral. Pocos meses después cerró éste y se trasladó a la calle Angelete, junto al Acueducto. Tampoco era lo que buscaba. Fue en un tercer ‘movimiento’ cuando encontró el definitivo.
En una casona situada en el nº 2 de la Plazuela de San Martín, edificio plateresco; piedra granítica por fuera, muros de mampostería y ladrillo por dentro que había sido propiedad de Juan de Solier. El lugar, posteriormente, fue Correo y Estafeta Real (siglo XVII), que tuvo a su cargo Antonio de Figueredo. Quien con anterioridad había desempeñado la misma labor en Toledo. Fue posteriormente almacén de paños, café de camareras, Café de San Martín…
En un recorrido ‘superficial’ por la Casona, esta tenía un pequeño patio porticado con columnas de granito. Coronaba la ‘vivienda’ una galería destinada a secado de lana. Contaba también con un pozo y una escalera que ascendía hasta la dependencia superior. Dentro ‘colgó’ José María Martínez un retrato suyo sobre fondo circular con la inscripción ‘Mens sana in corpore sano’. La frase fue ‘santo y seña’ en la vida profesional del profesor. Campeón de España de Sable en 1945.
Así, gracias a la visión y el esfuerzo, el gimnasio de Segovia dejó una huella significativa en la historia del deporte y la actividad física en España. Y dio, no se olvide, un gran impulso a las actividades deportivas en la ciudad. Fue aquí donde nació su ‘Sala de Armas y gimnasio’; y fue aquí donde desarrolló un programa pionero, pues los dos, gimnasia y esgrima, eran entonces definidos como ‘dos remedios médicos que la sociedad actual emplea para combatir el raquitismo, la anemia, los crecimientos anormales…’ ‘Y para conseguir mejorar ese ‘cuadro’ Martínez ha ido inventando aparatos apropiados para cada músculo, aparatos que educan nuestro organismo, dándole fuerza, flexibilidad, desarrollo y crecimiento armónico’. (1)
Ahí, para preparar y desarrollar su programa, apareció, reitero, José María, maestro de esgrima y profesor de gimnasia. Fue en el local que llevó el nombre de ‘Gimnasio de San Martín’ donde modificó una gran cantidad de aparatos. Era, concretando, el lugar que había ocupado el Café de San Martín, donde instaló, ‘con adelantos modernos’, un Gimnasio Municipal y Sala de Armas, que los periódicos recogieron y detallaron con satisfacción:
‘Es un local, -describieron-, ventilado sin corrientes, buena luz de día e iluminación eléctrica de noche. Dispone de todos los aparatos recomendados por la gimnasia sueca –la más adelantada de aquel tiempo-, junto a un profesor que vigila constantemente los movimientos de sus alumnos’. Su acogida nada tuvo que envidiar a otros gimnasios existentes en España.
También la Sala de Armas era reconocida como ‘excelente’ por los alumnos que por ella pasaban, incluidos ‘profesionales’ italianos. De esa instalación deportiva salieron olímpicos segovianos y directores de Sala que se repartieron por otras provincias. El florete y el sable fueron ‘armas’ utilizadas sin secreto alguno por el maestro.
Tanta fama adquirió la esgrima que se enseñaba en Segovia que, en cada una de las ocasiones en las que se organizaba una exhibición, el local se llenaba de espectadores, atraídos por el nivel de los participantes. Al respecto recogimos del ‘Liberal Dinástico’ el ‘asalto de armas que el domingo 8 de mayo de 1897 protagonizaron en el Teatro Principal o Miñón, el afamado maestro italiano Pini, el capitán Carbonell y el profesor del Colegio de Artillería Sr. Martínez. Los asistentes, que llenaron el teatro, salieron entusiasmados’.
Gimnasio municipal
En ese caminar del gimnasio, fue en abril de 1906 cuando el Ayuntamiento aprobó que ‘el gimnasio popular sea una realidad y que esté dirigido por José Mª Martínez’. Se fija un salario anual de 1.000 pesetas. ‘Para ello se dotará al local del material necesario’. Y si bien es cierto que en la última tarde/noche de 1906 se llevó a efecto la inauguración ‘oficial’, a la que acudieron el alcalde y varios concejales, sabido es que ‘las cosas de palacio…’. Tanto que hubieron de pasar ocho meses para que la Comisión de Consumo presentara informe ‘para aprobar el funcionamiento definitivo del gimnasio municipal, dando el visto bueno a las bases redactadas para su director’.
Fue a partir de enero de 1907 cuando pisaron por vez primera un gimnasio los alumnos de escuelas municipales de la ciudad. Allí recibieron lecciones de educación física. Las clases fueron alternas para las diferentes escuelas, de una hora de duración y en jornada de tarde.
‘En el acto, tanto José María Martínez Bernabéu como su hijo Ramón Martínez Esteve, realizaron ejercicios de asalto a florete, con gran reconocimiento de los muchos asistentes. Uno de los aventajados alumnos de la Sala, el señor Colomer, realizó diferentes trabajos sobre el aparato conocido como Pórtico de Somice. El gimnasio está instalado con todos los elementos modernos y bajo la dirección de la familia Martínez los éxitos serán seguros’. (2).
El Ayuntamiento lo tiene en ‘bandeja’.
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(1) ‘Diario de Avisos’, Núm. 2.610, año1907.
(2) ‘El Adelantado de Segovia’, 1 de enero de 1907.
