El titular tiene relación con un ‘pleito’ habido entre una mujer y la Iglesia. En aquel tiempo existía una norma la cual obligaba a pagar como diezmo a la iglesia un huevo de gallina. Sucedió que la mujer, invocando un fuero que decía poseer, se negó a satisfacer. El tema pasó litigio, y como quiera que entre los jurisconsultos alguno arguyere que el huevo era ‘poca cosa’, la señora replicó inflexible: “no es por el huevo, es por el fuero”.
Lo redactado se puede aplicar también en aquellos supuestos en los que se entabla un pleito por una trivialidad, que no compensa el coste de plantearlo, pero que se hace por defender un principio que se considera mas valioso o por sentar un precedente: ‘no es el por el huevo, es por el fuero’.
Leyendo en estas fechas navideñas, las páginas deportivas de ‘El Adelantado’, lo ocurrido entre la directiva de la Gimnástica Ayllonesa –uno de los clubes de fútbol más antiguos de Segovia-, y la Federación Castellano Leonesa de Fútbol, vengo a aplicar el término o refrán del fuero y el huevo, por mas que para el referido club –al que han apoyado un buen ‘puñado’ de otros clubes, y ojalá sirva esto de precedente-, sean importantes ambos términos.
Quienes, en este caso defienden el importante sentido del ‘huevo’, es decir, de los que trabajan, sin pedir nada y cobrar menos en favor del deporte, no hay que poner ni un solo pero… ¿Que se niegan a pagar una ‘multa’ de mil euros porque no pudieron presentar en tiempo y forma una alineación de chavales? ¿De verdad que hay una ley, norma o ‘tratado’ que establece que en estos supuestos –hablamos de un equipo cadete de categoría provincial-, debe caer sobre ellos todo el peso de la normativa? ¿De verdad?
Pues… aquí, en este supuesto, que lleva camino de enconarse, tan importante es el fuero como el huevo.
Y el que quiera entender, que entienda.
P.D. Con todos mis respetos para la Real Federación de Castilla y León de Fútbol y a su presidente. Es Navidad.
