El frío no da tregua en Cuéllar

“Estamos acostumbrados”, “toda la vida ha hecho este frío e incluso más”, o “es lo que toca, estamos en invierno”, son algunas de las frases de los cuellaranos, pero lo cierto es que desde hace varias jornadas, el frío en sus calles es muy intenso. Todos los días, los medios de comunicación se hace eco de las bajas temperaturas registradas por los termómetros durante la madrugada, llegando incluso a los 12 grados bajo cero. En la noche del martes al miércoles hubo cierta tregua, y a partir de hoy, las heladas volverán a ser generalizadas. No van a descender tanto las mínimas, que se van a mantener entre los -5 y -8 grados, sino que las máximas no van a pasar de los 3 grados, a lo que se va a sumar el viento procedente del norte, dejando una sensación térmica aún inferior.
No se esperan precipitaciones en la localidad aunque la cota de nieve bajará, pero sí serán cotidianas las heladas, de bastante intensidad y, por lo que parece, duración, ya que esas máximas no van a ascender durante el día. A partir del sábado se espera una recuperación de las temperaturas, una mayor estabilidad atmosférica según la agencia estatal de meteorología, que dejara paso a cielos más despejados. De momento, en Cuéllar el hielo es una constante, algo menos en la madrugada del martes al miércoles, pero que ha vuelto a hacerse notar hoy. Además, la niebla no dejó prácticamente visibilidad ayer; su densidad tapaba vistas como la del Castillo a pocos metros de monumento. El invierno es duro en Cuéllar, y ser protagonistas de todas las noticias de meteorología estos días hace que se incremente esa sensación entre los vecinos, a pesar de ser la tónica de estos meses.
Parajes como el de El Espadañal, fuentes como el Pilón y algunas cascadas de la Senda de los Pescadores, heladas en su mayoría, dan buena cuenta de las heladas que se están produciendo. No dejan de ser un espectáculo, igual que las cencelladas mañaneras, y los aficionados a la fotografía aprovechan la ocasión para mostrar las mejores estampas de una villa “congelada”.