La educación lingüística y literaria juega un papel fundamental en el desarrollo integral del estudiantado, ya que les permite adquirir competencias comunicativas esenciales, a la vez que les abre las puertas al mundo de la creatividad, la reflexión y el análisis crítico. A través de la lectura y la producción literaria, aprenden a organizar sus pensamientos, a expresarse con claridad y a comprender diversos puntos de vista, habilidades clave tanto en lo personal como profesional. En este sentido, el alumnado de los Grados de Educación debe ser formado no solo en técnicas pedagógicas, sino también en la importancia de cultivar la pasión por la lectura y el pensamiento literario. Integrar la educación literaria en la formación docente asegura que los educadores estén preparados para transmitir a sus alumnos el valor de la literatura como una herramienta poderosa para entender el mundo.
Al abrigo de este ideario, en las últimas semanas, la Facultad de Educación del Campus María Zambrano ha visto inundadas sus aulas de actividades cuyos principales protagonistas han sido los libros, la imagen y la palabra. Se inaugura, así, el Festival del libro infantil y juvenil, Flÿ Segovia, dentro de las actividades realizadas por el GID Palabra e imagen. Grupo de Innovación Docente de Educación Lingüística y Literaria de la Universidad de Valladolid.
Entre las acciones emprendidas podemos mencionar las llevadas a cabo por el profesorado de la Facultad de Educación. Gael Zamora Lacasta, educadora y creadora artística, desplegó su visión creativa impartiendo dos talleres. En Nombres en el espejo, se partió de un poema de Beatriz Giménez de Ory para trabajar la identidad, la sonoridad de las palabras, el palíndromo y la generación de imágenes mentales cuando leemos. En ¿Quién es quién en un cuento? Se reflexionó sobre el concepto de identidad y los elementos que la definen a través de los personajes del cuento de Caperucita Roja.

De la mano de Carmen Gómez Redondo, docente de la Facultad de Educación y tejedora de palabras, se tomaron espacios públicos de la ciudad para convertirla en un álbum personal. En el taller El mensaje secreto se crearon distintas misivas, de manera que las letras cambiaran el espacio y el espacio las significara. Del mismo modo, se retomaron de nuevo Los Karagramas, para crear animales imaginarios tomando como punto de partida las letras.
En la Inclusión educativa mediante creaciones artísticas en el aula de infantil, Myriam de la Iglesia Gutiérrez propuso al alumnado que realizara una creación artística para presentar en el aula de Educación Infantil. El objetivo de su diseño era sensibilizar sobre las características que pueden llamar la atención de los niños y las niñas con discapacidad en su aula, por ejemplo, niños con autismo que tienen rabietas motivadas por su hipersensibilidad sensorial.
El Flÿ no hubiera sido lo mismo sin la labor de actores externos, que han sobrevolado las aulas esparciendo conocimientos y aplicando ideas. Así, el profesor Santiago Fabregat Barrios, de la Universidad de Jaén y experto en planes lectores y biblioteca escolar, se acercó a través de la pantalla para hablarnos sobre El proyecto lector de centro: dimensión curricular y dimensión social. Los planes lectores de centro son estrategias fundamentales para fomentar el hábito de la lectura desde las primeras etapas educativas. Estos planes no solo buscan incentivar la lectura de manera individual, sino que también promueven una experiencia compartida en la comunidad escolar, involucrando a estudiantes, docentes y familias en un proceso colaborativo. Con Óscar al mejor guion adaptado, del libro a la película, el egresado de la UVa José Antonio Zurdo Duque y profesor actual en el colegio San Francisco de Asís de Valladolid nos mostró, desde la práctica, cómo implementar estos programas en los centros educativos. El Sanfran es un centro referente en gamificación y planes lectores, un colegio donde los docentes trabajan de manera coordinada e integran los conocimientos de forma transversal. Compartió las claves y problemáticas de los proyectos lectores, así como diversas estrategias didácticas adaptadas a diferentes contextos y características del alumnado, que facultan un ambiente propicio para el aprendizaje integral y la promoción de la cultura literaria.
No podríamos activar este vuelo sin la generosa colaboración de Luisa Santamaría Ramírez y Mar Esteban Vicente, de la Biblioteca Pública de Segovia. Con El humor en la literatura infantil: desafío a lo convencional, además de reforzar el papel indispensable que juega la biblioteca en la formación de lectores, mostraron cómo a través de la risa, los pequeños aprenden a manejar situaciones difíciles, a comprender la ironía y a desarrollar empatía hacia los demás. Además, el humor fomenta la creatividad, la imaginación y el gusto por la lectura, convirtiéndola en una experiencia agradable y estimulante.
*Coordinadora de Palabra e imagen. Grupo de Innovación Docente de Educación Lingüística y Literaria de la Universidad de Valladolid
