Sabía usted que…
Se lo explico por lo llano. El caudal mínimo del Eresma es de 0,44 metros cúbicos/segundo, medidos en el mes de agosto. El máximo de su caudal, mes de abril, es de 5,33 y su caudal medio, estimado de diciembre a mayo, es de 3,41. Siempre, claro lo pongo, que llueva o nieve cuando por su tiempo hubiera de hacerlo. Pues de lo contrario… por más que, lo dejara escrito Colmenares, hubo pasajes de la historia en el que a nuestro aprendiz de río se le ‘inflaron’ las márgenes y, como ejemplo el 25 de agosto de 1540, ‘se llevó dos puentes en la Zona de La Moneda, seis batanes, entre San Lorenzo y El Molino de los Señores, once molinos, más de 40 casas…’.
De la desamortización. El calendario del año 1863 recogía un particular protagonista: ‘san’ Pascual Madoz e Ibañez (1). Bajo el brazo, el pamplonica, vinculado al partido progresista, llevaba los ‘papeles’ de la desamortización. ¿En Segovia también hubo? ¡Anda que no! Le pongo como ejemplo las subastas de ventas rústicas. La provincia fue la cuarta de España –por delante solo Navarra, Cádiz y Toledo-, con un beneficio final para el Estado de 212.320 reales. (La peseta no encontró ’hueco’ para su circulación hasta cinco años después).
Corolario. Sobre la desamortización de aquel tiempo permítanme que inserte un texto ‘justificativo’ del escritor diplomático Juan Valera y Alcalá-Galiano unos años después: ‘Fue un proceso brutal. La Corona estaba sin norte; el Gobierno sin brújula; el Congreso sin prestigio; los partidos sin bandera; las individualidades sin fe; el tesoro ahogado; el crédito en el suelo; los impuestos por las nubes; las fracciones sin cohesión; el país en la inquietud…’ Reinaba Isabel II con crisis de gobierno constantes, O’Donnel, Marqués de Miraflores…
Entre Cuéllar y Cuba. El caminar del cuellarano Diego Velázquez tiene mil y una historias para contar. Si me permiten y por el camino de lo breve, les expongo que fue conquistador y poblador de la Isla de Cuba. Que el mismísimo Cristóbal Colón quien en 1511, según el calendario Juliano (2), le nombró gobernador de la Isla. Mantuvo el cargo hasta 1524, fecha de su muerte. Si bien esta fecha se dio por certera a lo largo de muchos años, en 1810, al reedificarse la catedral de Cuba, se encontró la lápida sepulcral en la que todo parece indicar que su fallecimiento sucedió un año antes.
Por más conocer. Año 1935. El Ayuntamiento fija la venta por nicho en el cementerio del Ángel en 1.200 pesetas. Ya era pasta gansa para entonces. Habría que añadir que el susodicho espacio lo era a ‘perpetuidad’. Ahora, cerca de 90 años después, su coste es de 350 euros por diez años. Las fosas, con capacidad para 4 personas y período de 100 años, 2035 euros; los columbarios (para depositar cenizas) a 150 euros.
Sucedió en el año 1931. Desde el gobierno central (porque periférico sí, pero no), se crea aquello tan bonito y excitante como las Juntas Provinciales de Casas Baratas. De los proyectos en aquel año, ocho, solo salieron adelante dos. Uno de ellos presentado por el Sindicato Católico de Oficios Varios que propuso, y lo consiguió, construir siete viviendas a la entrada del Camino de Santa Lucia (ya no existentes). Su precio osciló entre 3.000 y 4.000 pesetas por vivienda, con un corral de dimensiones variables. Los habitáculos tenían unas dimensiones de 11,50 por 7,50 metros.
Chin-pum o final, que igual/da.
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(1)Siendo Ministro de Hacienda presentó el proyecto ‘Desamortización General Civil y Eclesiástica’. Consistía en una acción legal cuyo objetivo era liberar y entregar a la adquisición pública las propiedades inmuebles atesoradas por entidades que no amortizaban sus bienes, como la Iglesia y los municipios.
(2) Calendario Juliano. Fue introducido por el romano Julio César en el año 46 a.C. Este calendario tuvo vigencia desde la conquista romana de Egipto, y fue el predominante en Europa y sus colonias hasta el año 1582. El calendario gregoriano es de mayor precisión. Este es actualmente utilizado de manera oficial en casi todo el mundo, siendo los primeros países en adoptarlos en 1582 España, Italia y Portugal. Su promotor el papa Gregorio XIII.
El calendario gregoriano se originó a partir de dos estudios realizados en 1515 y 1578 en la Universidad de Salamanca, siendo remitidos a la Santa Sede. Del primero no hicieron caso y del segundo surgió el actual calendario mundial.
