Segovia cerró el año 2024 con un saldo negativo en la movilidad de trabajadores hacia otras Comunidades Autónomas, al registrar 136 asalariados más que se marcharon a trabajar fuera de la provincia que los que llegaron desde otros territorios de España. Así lo recoge el informe sobre movilidad en el mercado de trabajo 2023-2024 elaborado por la Agencia Tributaria, que analiza los flujos laborales entre comunidades de régimen común.
Este comportamiento se enmarca en una tendencia general de Castilla y León, que perdió en conjunto 2.313 asalariados nacionales a favor de otras autonomías durante el pasado año, con Madrid como principal destino de salida. En el caso segoviano, aunque el saldo con otras regiones es negativo, la pérdida resulta más moderada que en otras provincias.
Pese a ello, el balance global del empleo en Segovia fue positivo. La provincia cerró 2024 con un total de 67.187 trabajadores por cuenta ajena, lo que supone un crecimiento del 2,19 por ciento respecto al año anterior. Se trata de uno de los incrementos porcentuales más altos de Castilla y León, solo por detrás de Valladolid.
El informe pone de relieve que la movilidad laboral afecta especialmente a los trabajadores más jóvenes, un fenómeno que también se observa en Segovia. A nivel autonómico, los mayores saldos negativos corresponden a los menores de 35 años, que abandonan la Comunidad en busca de mejores oportunidades laborales y salariales en otras regiones. Esta tendencia contribuye al reto demográfico que afrontan provincias como Segovia, donde la retención de talento joven continúa siendo una de las principales preocupaciones.
En cuanto a los movimientos internos dentro de Castilla y León, Valladolid se consolida como el principal foco de atracción de empleo. En este contexto, Segovia figura entre las provincias que aportan trabajadores a la capital autonómica, con 417 asalariados que cambiaron su lugar de trabajo dentro de la Comunidad para trasladarse a Valladolid durante 2024.
El análisis también destaca que, pese al saldo negativo con otras autonomías, Castilla y León logró aumentar el número total de asalariados durante 2024, una evolución que se repite en todas las provincias.
En este contexto, los datos reflejan una realidad dual para la provincia: por un lado, una mejora sostenida del empleo y del número de asalariados; y por otro, la persistencia de flujos de salida, especialmente entre la población joven, que evidencian la necesidad de seguir avanzando en políticas que refuercen la estabilidad laboral, la competitividad salarial y las oportunidades profesionales en el territorio.
