Mi felicitación de Navidad: “El Dios cristiano que nace en Belén es un Dios encarnado, próximo, cercano. Un Dios al que podemos tocar, de alguna manera, siempre que tocamos lo humano. Frente a la cultura del descarte, el Papa Francisco nos invita a la cultura del cuidado. Cuidémonos y cuidemos a los demás y a nuestro mundo. Feliz Navidad y saludable año 2021”.
Lo desarrolla el Papa en su mensaje de la Jornada mundial de la paz del 1 de enero de 2021, con el título: La cultura del cuidado como camino de paz: “La gran crisis sanitaria de Covid 19 del año 2020 agrava otras crisis fuertemente interrelacionadas, como la climática, alimentaria, económica y migratoria, y causa grandes sufrimientos y penurias. Pienso en primer lugar en los que han perdido a un familiar o un ser querido, pero también en los que se han quedado sin trabajo”.
Recuerda y, les rinde homenaje, a todo el personal sanitario, científico, voluntarios, capellanes y personal de los hospitales y centros de salud, “que se han esforzado y siguen haciéndolo, con gran dedicación y sacrificio, hasta el punto de que algunos de ellos han fallecido, procurando estar cerca de los enfermos, aliviar su sufrimiento o salvar sus vidas”. Y “renueva su llamamiento a los responsables políticos y al sector privado para que adopten las medidas adecuadas a fin de garantizar el acceso a las vacunas contra el Covid-19 y a las tecnologías esenciales necesarias para prestar asistencia a los enfermos y a los más pobres y frágiles”.
“Junto a estos testimonios de caridad y solidaridad están cobrando un nuevo impulso diversas formas de nacionalismo, racismo, xenofobia e incluso guerras y conflictos que siembran muerte y destrucción, lo que nos muestra la importancia de la cultura del cuidado como camino de la paz, para construir una sociedad basada en relaciones de fraternidad. Cultura del cuidado para erradicar la indiferencia, el rechazo y la confrontación, que suele prevalecer hoy en día”.
“Dios creador como origen de la vocación humana al cuidado: En el relato bíblico de la creación, Dios confía el jardín “plantado en el Edén” (Gn 2,8) a las manos de Adán con la tarea de “cultivarlo y cuidarlo” (Gn 2,15). Esto significa, por un lado, hacer que la tierra sea productiva y, por otro, protegerla y hacer que mantenga su capacidad para la vida.” (Eso se llama sano equilibrio, digo yo).
“Dios Creador, modelo del cuidado. La Biblia presenta a Dios como Creador y también como Aquel que cuida de sus criaturas: Adán y Eva y sus descendientes, incluido Caín sobre el que pesa la maldición por el crimen que cometió, matando a su hermano Abel, recibieron como don del Creador una señal de protección para que su vida fuera salvaguardada (Gn 4,15). Este hecho, si bien confirma la dignidad inviolable de la persona, creada a imagen y semejanza de Dios, también manifiesta el plan divino de preservar la armonía de la creación, porque «la paz y la violencia no pueden habitar juntas».
“El cuidado en el ministerio de Jesús. El testimonio más elocuente de la misión que le confió el Padre fue su compasión. Cristo se acercaba a los enfermos del cuerpo y del espíritu y los curaba; perdonaba a los pecadores y les daba una vida nueva. Aparece Jesús como Buen Pastor que cuidaba de las ovejas (Jn 10,11-18; Ez 34,1-31); Buen Samaritano que se inclinaba sobre el hombre herido, vendaba sus heridas y se ocupaba de él (Lc 10,30-37), culminando su misión con el don de su vida en la cruz, liberándonos de la esclavitud del pecado y de la muerte, que nos abre el camino del amor y dice a cada uno: “Sígueme y haz lo mismo” (Lc 10,37).
Invita finalmente el Papa a los seguidores de Jesús y a todos los que quieran escucharle, a “practicar el cuidado del bien común, el cuidado de la solidaridad y la protección de la creación, la promoción de la dignidad y de los derechos de la persona”… que desarrollaré en el próximo artículo, para concluir que “no hay paz sin la cultura del cuidado”. FELIZ Y SALUDABLE AÑO 2021.
