Hoy los términos de “ecología” y “medio ambiente” están en la boca de muchos. Sin embargo la forma de entender ambos conceptos varían mucho dependiendo desde el lugar donde cada uno se sitúa: no se acercan con la misma intención a la selva amazónica un indígena y un empresario en fabricación de papel.
En este sentido el cristianismo y muchos humanistas se acercan a la naturaleza con el lenguaje y actitud del “cuidado de la casa común o de la madre tierra”. Aquí se sitúa el papa Francisco al proclamar el tiempo de la creación (1 de septiembre al 4 de octubre) o como puede verse en la película “la carta” del mismo pontífice y en la semana LAUDATO SI´ (21 al 28 de mayo) con el título “Esperanza por la Tierra. Esperanza por la Humanidad”, cuyos organizadores presentarán en la JMJ de Portugal en el IV Congreso sobre el Cuidado de la Creación.
También la Diócesis de Segovia, como en años anteriores, se une a estas efemérides que buscan el cuidado de la naturaleza mediante la oración por el cuidado de la madre tierra, con la organización de concurso fotográfico y con la exposición de cuadros de trasfondo religioso que existen en diversas iglesias parroquiales. Todo ello con la intención de promover la cultura del cuidado de la casa común.
Son diversos los ámbitos en los que el humanismo cristiano se sitúa para promover esta cercanía a la casa común y poder disfrutar de una naturaleza sana: el clima con el aire que respiramos, la atención a los seres vivos, el acceso al agua potable, nuestros alimentos, elección de nuestro consumo. ¿Qué tiene que cambiar en estos campos? :
Fijémonos en el consumo: Debemos reemplazar los sistemas de consumo con enfoques circulares que respeten los ámbitos ecológicos. Los gobiernos tienen que hacer más para responsabilizar a las empresas por los impactos de sus actividades y sus cadenas de suministros.
También deben ayudar a los consumidores a tomar decisiones sostenibles y saludables, por ejemplo, a través de impuestos selectivos a los productos menos ecológicos, promoviendo una formación para que los ciudadanos sepamos elegir aquellos productos cuyas empresas menos contaminan o conocer las empresas que menos contaminan para invertir su dinero. Tanto los hogares como las empresas deben hacerse responsables por cómo eliminar sus desechos.
Los consumidores debemos ser conscientes de que cada producto y servicio tiene una huella ecológica y una huella social. Al elegir nuestras compras con cuidado y responsabilidad podemos proteger tanto a la gente como al planeta.
Un planteamiento ecológico se convierte siempre en un compromiso social que debe integrar la justicia. Por ello, ¿qué tiene que cambiar para que el futuro de la humanidad proteja la casa común? : Al mismo tiempo que eliminamos las emisiones de carbono debemos fortalecer nuestra preocupación por los más vulnerables. Y a la vez que nos alejamos de una economía de combustibles fósiles, debemos garantizar una transición justa que ofrezca seguridad y oportunidades a los que podrían perder por el cambio.
El Papa Francisco nos insta a “escuchar tanto el clamor de la tierra como el clamor de los pobres”. Por ello busquemos justicia en todos los frentes por la gente y el planeta. Las gentes y las comunidades que tenemos el voto para elegir a nuestros gobernantes debemos unirnos conscientemente para garantizar y exigir a las autoridades que los que tomen decisiones y tienen la mayor responsabilidad y poder, entiendan que la acción sobre estos asuntos es una prioridad para las personas a las que sirven y que deben rendir cuentas.
Las viejas generaciones cristianas hemos puesto nuestra confianza en los jóvenes, siguiendo las propuestas que nacen de las jornadas mundiales de la juventud: “Los jóvenes custodios de la creación. El futuro en la medida del ser humano que queremos” (Río de Janeiro 2013); “Por una ecología integral. Los jóvenes protagonistas del cambio.” (Cracovia, 2016); “Jóvenes por la Casa Común. Conversión ecológica en acción.” (Panamá, 2019). Este es el objetivo del cuarto Congreso Internacional sobre el Cuidado de la Creación con el tema “El compromiso de los jóvenes por la ecología integral. Estilos de vida para una nueva humanidad”, que tendrá lugar en Lisboa en la Universidade Católica Portuguesa, el próximo 31 de julio.
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(*) Profesor emérito.
