Prudencia, miedo, crisis económica…son algunos de los argumentos que se encadenan a la hora de describir el significativo descenso de público en las fiestas para recibir a 2022, el año de los tres doses en el que algunos quieren buscar en esa coincidencia un símbolo de fortuna capaz de exorcizar los males que en estos casi dos años aquejan al mundo. Segovia no fue una excepción, y la alegría por la llegada del nuevo año no se concretó ni en las calles ni en los lugares de ocio con una masiva presencia de personas.
La Nochevieja que abrió paso a 2022 fue muy tranquila en Segovia, al circunscribirse al hogar la mayor parte de las celebraciones, fruto de la prudencia o más bien por la multitud de confinamientos derivados de la explosión de contagios de la variante Ómicron que ha originado la sexta ola del Covid-19 en la capital, con 2.981 casos por cada 100.000 habitantes en la incidencia acumulada a 14 días.
Así, las grandes reuniones familiares tuvieron que disgregarse, dándose incluso casos en los que el confinamiento de alguno de sus integrantes obligó a cambiar la logística de la cena de Nochevieja para habilitar lugares específicos para los confinados, alejados del resto del núcleo familiar. En estos casos, las videoconferencias con familia y amigos y la oferta televisiva fueron las únicas salidas para intentar pasar la noche en compañía.
Sin restricciones en esta ocasión, la hostelería puso al servicio de los ciudadanos toda su oferta festiva para la Nochevieja, y la confianza expresada por los empresarios del sector sobre la posibilidad de realizar una buena jornada no se vio especialmente refrendada por los clientes. Fuentes consultadas por esta redacción manifestaron que la jornada en lo que se refiere a bares y discotecas fue “un poco mejor que un sábado normal”, mientras que en hoteles y restaurantes que tradicionalmente ofrecen cotillones, la respuesta del público fue también tibia.
Los más jóvenes optaron por el ‘botellón’ y ocuparon las zonas habitualmente elegidas a tal fin como la Hontanilla, donde se registró una considerable afluencia de público. El inusual buen tiempo que acompañó a la jornada fue el principal aliado de quienes decidieron celebrar la fiesta en la calle, aunque su presencia fue menor que en los años anteriores a la pandemia.
Todo este panorama conformó una jornada marcada por la tranquilidad y la ausencia de incidencias significativas. El operativo diseñado por la Policía Local se centró en la vigilancia y control de las zonas en las que se esperaban más aglomeraciones, con presencia constante de vehículos y agentes. Pese a ello, hubo que lamentar un incidente ocurrido en la calle Gobernador Fernández Jiménez, donde una persona fue detenida por intentar agredir a unos agentes, ante los que mostró una actitud agresiva cuando se dirigieron a él.
Medio millar de incidentes en Castilla y León
El Servicio de Emergencias 1-1-2 de Castilla y León atendió durante las primeros ocho horas de 2022 alrededor de 900 llamadas y gestionó más de medio millar de incidentes, según informó el departamento. Entre ellos, se contabilizan 89 incidencias por ruidos y molestias, 90 asistencias sanitarias en domicilios y 58 en vía pública, 25 peleas y agresiones, entre ellas la causada con una catana en Medina del Campo, y una decena de accidentes, todos ellos sin heridos.
