La sexta ola sigue acumulando descensos de incidencia, una tendencia bajista que ha permitido a algunas zonas de la provincia conseguir acumular una semana sin registrar contagiados.
En este momento, buena parte de las zonas rurales de la provincia se encuentran dentro del nivel de riesgo ‘nueva normalidad’, que solo se consigue al mantenerse libres de coronavirus o tener tasas extraordinariamente reducidas.
La mejora respecto a anteriores semanas es evidente, con cerca del 75% de los municipios sin remitir positivos en la última semana. Las perspectivas son buenas, incluso se podría decir que el camino es el correcto, pero cabe matizar que todavía queda para conseguir rebajar los casos al nivel de antes de la sexta ola. Los positivos descendienden de forma contundente y esta tendencia bajista ya se alarga por seis semanas consecutivas.
Esta sexta ola ya se extiende por más de dos meses. Larga y especialmente agresiva, ha pillado a la ciudadanía cansada de una situación que se prolonga y no parece tener fin, ya que conviene recordar que en estos días se cumplen dos años desde la aparición del coronavirus.
Lo cierto es que la sexta ola se encuentra en su fase final, muy posiblemente dando sus últimos coletazos, pero no por ello conviene confiarse ante un coronavirus que siempre ha roto las mejores previsiones y ha resurgido cada vez que la ciudadanía ha bajado la guardia.
Como ya se ha indicado, los descensos han empezado a ser notorios en las zonas rurales de la provincia, mientras los núcleos más poblados siguen contabilizando grandes cantidades de contagiados y la mayoría se mantienen en el nivel de riesgo máximo, en ‘muy alto’.
Estas zonas más pobladas también están experimentando descensos de la incidencia, pero a un ritmo más pausado, tal y como ha pasado en el resto de olas.
En esta ocasión, no se aprecian diferencias entre distintas zonas dentro de la provincia. El descenso de la incidencia es homogéneo y no hay unas regiones más afectadas que otras, solo destacando los contagios en las localidades más pobladas.
El noroeste y la capital con su alfoz son las zonas con mayor incidencia (también son las más pobladas), siendo la parte central de la sierra la que más municipios concentra en nivel de riesgo ‘nueva normalidad’.
En anteriores olas, la parte este de la provincia conseguía desembarazarse antes de los contagios, pero parece ser que la sexta ha traído la excepción y diversos puntos de esa zona siguen registrando grandes cantidades de contagios.
Sí que se mantiene la tendencia de que el coronavirus desaparezca antes de las zonas rurales que de los núcleos más poblados.
Sobre estos puntos donde se concentra mayor población, también presentan diferencias sustanciosas aunque la mayoría está en nivel de riesgo ‘muy alto’. Las tasas de incidencia a 14 días de los núcleos más grandes son: Segovia 770, Cuéllar 779, El Espinar 759, Palazuelos de Eresma 607, San Ildefonso 496 (fuera de nivel ‘muy alto’, se sitúa en ‘alto’), La Lastrilla 1.166 (la tasa más alta de la lista, posiblemente relacionada con su población joven), Cantalejo 227 (en nivel ‘medio’), San Cristóbal de Segovia 419 (‘alto’), Nava de la Asunción 509, Carbonero el Mayor 519, Riaza 749, Coca 405 (‘alto’) y Villacastín 134 (el registro más bajo, en nivel ‘medio’ y aproximándose a ‘bajo’).
