Cantar ayuda a liberarse, a desbloquear las emociones y a expresar los sentimientos. Al menos, así lo cree el coro ‘En Femenino Plural’, que apuesta por la música como vía para alcanzar el empoderamiento de la mujer y crear redes de apoyo. Mañana, a las 20:30 horas, la agrupación presentará su proyecto y realizará un concierto de final de curso en la Sala Fundación Caja Segovia, donde interpretarán algunos himnos feministas como ‘La puerta violeta’, de la cantante Rozalén.

El coro nació en Segovia en 2019 de la mano de la musicoterapeuta de la voz Marta Revuelta, como parte de su proyecto ‘Música Latte’, cuyo propósito es utilizar la música como recurso terapéutico para generar bienestar y mejorar la calidad de vida de las personas, favorecer la integración social y potenciar el desarrollo personal, también a través de conciertos, talleres y otras actividades dirigidas a mujeres, ancianos, personas en riesgo de exclusión social o público general.

Por su parte, el evento de mañana se enmarca en la línea de actuaciones que desarrollan CaixaBank y la Fundación Caja Segovia para apoyar al sector asociacionista en sus actividades. La entrada es libre y gratuita hasta completar el aforo.

Un puente entre mujeres

“No es un proyecto al uso”, sino que se trata de una iniciativa músico-social, que tiene como objetivo integrar distintos aspectos de la persona, al realizar trabajo físico, pero también emocional, mental y social. De esta forma, combaten los “bloqueos” emocionales. “A todos nos gusta cantar, pero tenemos un montón de bloqueos que nos impiden hacerlo y crear un espacio libre de juicio, expectativas y conocimientos”, explica Revuelta.

Además, el coro, grupo amateur, sirve de puente entre las mujeres que acuden al espacio con el fin de mejorar, de manera integral, su canto, su expresividad y comunicación, ayudándolas a empoderarse. “Unir las voces de la mujeres era algo que la gente me estaba demandando, era una necesidad social”, cuenta la impulsora de la iniciativa.

A medida que ha ido avanzando el curso, la musicoterapeuta han detectado una mejoría a nivel individual y grupal, no solo en lo que respecta a entonación y técnica vocal, sino en la expresión del cuerpo y la relación entre las integrantes del coro. Esto ha hecho que se forme un grupo “muy sano” y de “apoyo mutuo”.

Trabajo de largo recorrido

En la actualidad, el coro está formado por 17 mujeres “muy comprometidas con la causa”, según Revuelta. Con la pandemia han visto cómo se iba reduciendo el número de integrantes de la agrupación, por lo que sienten que “han tenido que volver a empezar”, aunque lo han hecho con “ganas” y “entusiasmo”.

Lograr el empoderamiento a través de su propia voz es un trabajo de largo recorrido. Es por ello por lo que esperan que el coro pueda ampliarse y seguir desarrollando actividades y talleres de sensibilización, para crear así un espacio de disfrute, relajación, aprendizaje y referencia para otras mujeres