Cuando todo se te pone en contra, sueles tener dos alternativas: o bien te rindes y apelas a la tan manida mala fortuna para justificar la derrota, o bien lo intentas todo para cambiar tu suerte, y te vas a casa con la sensación del deber cumplido, sea cual sea el resultado final. Los futbolistas del CD La Granja terminaron el encuentro que jugaron frente a La Bañeza con esa sensación del deber cumplido, pero además con el tremendo alegrón de haber remontado un partido imposible frente a un rival que hasta en dos ocasiones se colocó por delante en el marcador.
El equipo que Diego Yepes puso sobre el terreno de juego fue el obligado por la salud, es decir, que salvando una o dos excepciones, jugaron de inicio los sanos, aunque el once del CD La Granja era más que reconocible, como reconocible fue también el inicio de partido de los segovianos, que ‘clavaron’ el arranque del Cristo Atlético, con un mano a mano de Dani Lázaro ante el portero bañezano que el zurdo delantero granjeño no supo culminar.
UN ERROR, UN GOL
La Bañeza, con Pablo Martínez desgastándose casi en solitario en la presión, esperaba con dos líneas muy juntas a que el equipo de casa se equivocase en el centro del campo para buscar la contra, sin complicarse en exceso a la hora de atacar, con envíos en largo para que su referencia ofensiva buscase el balón aéreo, y la segunda jugada comenzase cerca del marco de Truji, que pasó por su primer momento de apuro tras una internada del lateral Pablo al que se le acabó el campo antes de poder rematar, y poco después desvió a saque de esquina un remate cercano de Pablo Martínez.
Precisamente ese córner fue el origen del 0-1, que llegó en un flagrante error defensivo local que dejó absolutamente solo a Christian en la esquina del área pequeña, para que éste empalmara a la red sin oposición. Como viene sucediendo a lo largo de toda la temporada, un error granjeño supuso un gol en contra.
Pocas acciones de valor se vieron hasta el final de la primera parte, que estuvo parada durante algunos minutos por una acción de Pluma sobre Adrián, que fingió una agresión inexistente que llevó el partido a un escenario nada bueno para los locales, con poco ritmo mientras su oponente trataba de marcar el 0-2, que estuvo a punto de llegar tras un envío al punto de penalti al que no llegó por poco Christian. Sin embargo, la acción más destacada antes del descanso fue para el CD La Granja, con un perfecto remate de Dani Lázaro que se encontró con la espectacular respuesta del portero Sánchez, que con su estirada salvó el empate.
Tras el receso, salió el CD La Granja con ganas, pero se encontró con un oponente que le sorprendió adelantando líneas, y tratando de poner en dificultades la salida del balón. Dani Lázaro siguió siendo el protagonista de la mayoría de las acciones ofensivas de los granjeños, pero la realidad fue que durante buena parte del segundo tiempo, se rondó más el 0-2 que el 1-1. Truji tuvo que trabajar bien bajo los palos para evitarlo.
GABI, Y LOS MINUTOS FRENÉTICOS
No parecía el equipo de casa en condiciones de poder pelear por el partido, pero la realidad era que solo estaba un gol por abajo, y esa distancia siempre es remontable. Así, donde menos se esperaba habida cuenta de la envergadura de los defensores de La Bañeza, en un saque de esquina Gabi consiguió conectar un cabezazo que se coló por la escuadra de la portería de Sánchez.
El tanto metió al encuentro en un toma y daca precioso, en el que por momentos el conjunto bañezano se acercaba al 1-2, que pudo marcar Pablo González, pero Truji lo evitó, como el 2-1 en acercamientos al área visitante, con Ionel fijando a los centrales para que tanto Koby como Lázaro tuvieran algo más de libertad.
El mazazo para los locales llegó a nueve minutos para el final del tiempo reglamentario, cuando en otro saque de esquina, en el que hubo hasta dos toques con la cabeza dentro del área, el balón le cayó al visitante Álvaro, que fusiló a Truji. Se echó de menos algo más de decisión en el portero segoviano a la hora de salir a por el esférico, pero esa es la maldición del guardameta, que pocos ven sus aciertos, pero todos critican sus errores.
KOBY, Y LA LOCURA
Con el 1-2 en el marcador cuando el partido se metía en sus compases finales, pocos apostaban por una victoria local. Pero el CD La Granja lo siguió intentando, en ocasiones con más corazón que cabeza, pero ya se sabe que donde no llegan las piernas debe llegar el orgullo. Y así, en unos últimos minutos eléctricos en los que La Bañeza pareció venirse abajo en los físico, llegó la remontada, que tuvo a Koby como protagonista.
El empate llegó después de una acción combinativa por la banda izquierda que se fue hacia el centro desarbolando a la defensa visitante hasta que Dani Lázaro se plantó solo ante Sánchez. Con buen criterio, cedió el balón a su compañero, que solo en el segundo palo machacó el tanto del empate, y rápidamente cogió el balón demostrando que el 2-2 no le valía para nada a los segovianos. Y tanto que no les valía.
La Bañeza acusó el golpe, y se descompuso demasiado en defensa, donde el capitán Miguel pudo contener casi solo a los segovianos durante 85 minutos, pero no pudo evitar que un envío en largo que pilló descolocadísima a la zaga leonesa, pusiera a Koby delante de Sánchez, al que batió con tranquilidad llevando el delirio a la grada. Porque el CD La Granja podrá no tener demasiados jugadores ni siquiera para hacer una convocatoria, pero a cambio tiene demasiado corazón. Y eso, en ocasiones, también gana partidos.
