Enrique Gilabert, presidente del Colegio de Médicos, agradece públicamente la labor de más de un centenar de personas que se denomina CV19_FAB_SEGOVIA_ESP porque de forma altruista están fabricando en la provincia pantallas faciales de protección individual con impresoras 3D, y extiende el agradecimiento a los integrantes de la Asociación Segovia Asistencia Emergencias y Rescate Protección Civil (SAEMER PC), que ha empezado ya a distribuirlas en consultorios médicos.
El responsable del colectivo médico, con fiebre, tos y dolor de cabeza, a la espera del test que confirme o descarte el contagio por Covid-19, está coordinando desde casa el reparto en Castilla y León de este material que considera esencial porque si los sanitarios resultan contagiados será complicado hacer frente a la crisis sanitaria que está desbordando los recursos sanitarios.
“Estamos viendo que día a día casa vez somos más los que tenemos sintomatología”, comenta.
Gilabert se ha puesto en contacto con los centros de salud de la provincia y/ o centros de atención centralizada –en total 16 centros de guardia– para dar prioridad a aquellos donde empiezan a escasear los equipos de protección a pesar de que algunas ferreterías también han hecho donaciones de este tipo de viseras. También se ha hecho llegar una decena de dispositivos al Hospital, para el centro de toma de muestras con cita programada que se ha instalado en su aparcamiento y el siguiente paso, ya en marcha, es dotar de pantallas protectoras a los médicos que atienden las residencias de personas mayores.
La iniciativa surgió hace días en Asturias desde un grupo de jóvenes ingenieros, usuarios de impresoras 3D, con la finalidad de fabricar respiradores de bajo coste para proporcionar suministros a los hospitales durante la pandemia del coronavirus.
Unidos a través de un grupo de Telegram, los miembros han ideado un modelo tridimensional de respirador capaz de fabricarse en masa gracias a impresoras 3D y con un coste de producción muy bajo. Entre los primeros en sumarse a la iniciativa se encuentra el ingeniero segoviano Carlos Pascual.
Este joven de la localidad de Olombrada cuenta que ya hay un prototipo de respirador que se está probando en un Hospital de Asturias pero, mientras ese proceso se verifica, con los trámites y límites legales que conlleva para desarrollarlo con todas las garantías, este inquieto colectivo se ha puesto a fabricar pantallas o viseras de protección facial.
Sostiene que inicialmente eran diez en Castilla y León y se coordinaron para que uno promoviera la iniciativa en su provincia, al ser originarios de cada una las nueve de la Comunidad. En la actualidad el grupo de Segovia está formado por 185 personas, aunque Pascual admite que es posible que la elaboración de estos elementos en impresoras 3D la estén realizando de forma activa 100, como indica la producción diaria, en torno a un centenar.
El ingeniero explica que el diseño se ha ido modificando para optimizar los tiempos y en este momento cada visera tarda unas dos o tres horas en producirse, dependiendo del tipo de máquina utilizada.
El sábado se repartieron 21 pantallas y ayer el stock ascendía a 109. Además de la coordinación del Colegio de Médicos y del apoyo logístico de SAEMER PC, la iniciativa cuenta con a implicación de la Delegación Territorial de la Junta, porque además en su sede es donde se montan las viseras y se esterilizan antes del reparto, así como de Guardia Civil y Policía Local en la capital, además de conductores de la Junta para el transporte.
Empresas tecnológicas
Por otro lado, la Asociación de Empresas TIC de Segovia (ATICSE) ha ofrecido su apoyo, tanto con la maquinaria de las propias empresas tecnológicas como de sus ingenieros de programación, según Pascual, de cara sobre todo a la producción de respiradores para enfermos de Covid-19, cuanto el prototipo ahora en fase de ensayo obtenga el visto bueno.
