El colegio Alcázar de Segovia se suma a los espacios cardioprotegidos de la ciudad.
Gracias a la implicación de toda la comunidad del centro educativo, el colegio Alcázar ha iniciado el mes de abril con un desfibrilador en sus instalaciones. El objetivo ha sido logrado mediante la venta de pulseras que ha ayudado a contar con esta equipación. Además, ocho profesores han recibido la formación específica para su manejo, si bien esperan y desean que no sea nunca necesario. Aún queda pendiente recibir la pertinente acreditación por parte de la Junta de Castilla y León para poder utilizar el desfibrilador en caso de emergencia.
