Jesús Avrial era hermano de José María y como él, acuarelista y grabador. Es a quien corresponden las iniciales J. A. que aparecen en esta xilografía -grabado en madera- de líneas precisas y limpias, que debió hacer en algún viaje a Segovia, mientras su hermano estuvo en la ciudad. Y si no podemos decir que copió fielmente la aguada de aquel, con los mismos elementos y detalles, es porque se extiende más a la derecha y reproduce los arcos de refuerzo que sostenían una parte de la calle San Juan. La xilografía se publicó en el libro La España geográfica, histórica, artística y pintoresca, escrito por Francisco de Paula Mellado y editado en Madrid el año 1845.

Otro dibujante que llegó a Segovia por aquellos años centrales del siglo XIX fue el catalán Francisco de Paula van Hallen quien, entre 1844 y 1847, editó en cuatro entregas su obra La España Pintoresca y Artística, sin textos, solo con ilustraciones de dos tipos, litografías y grabados abiertos a buril. En el último tomo publicado, titulado El Escorial, La Granja y Segovia, aparece esta litografía con el Acueducto visto desde la parte más baja del valle. Para la derecha imaginó un templo clásico; a la izquierda, rodeado de vegetación, pero perfectamente visible, está la torre de San Justo coronando el Cerrillo.

Con trazo exacto y acertado tratamiento de las luces y las sombras, el paisajista francés Nicolás Joseph Chapuy convirtió en escenografía mágica y a la vez arcádica este singular paraje cerrado por el Acueducto que, con su grandiosa arquería, salva la hondonada existente entre El Cerrillo, coronado por la iglesia de San Justo y los muros de Segovia. Durante los años 1844 y 1851, el artista se entregó a dibujar para el libro L´Espagne. Vues des principals villes de ce Royaume, que el editor parisino Bulla fue publicando por entregas. ¿Se deberá a ello el pequeño error de que tan magistral litografía apareciera en el tomo dedicado a Castilla la Nueva?

De líneas encorsetadas, seguramente por las repetitivas copias de copias, este grabado del francés Emil Breton fue publicado en el libro Monumentos de todos los pueblos, editado el año 1848. Le añado a la serie no por su calidad sino por las singularidades que presenta: Haber dibujado, como ya hiciera Menieur, el Acueducto con doble arcada a ambos lados de la iglesia de San Justo que corona solitaria un imaginado Cerrillo de forma cónica y el gran puente que salva el minúsculo arroyo Alemán, que así llamaban al que recogía las escorrentías de las calles de San Juan y Resolana.

Diferente a las anteriores imágenes, más delicada, es la que nos ofrece esta bella litografía de Lady Luisa Tenison, escritora y artista británica que estuvo en Segovia trabajando para el libro Castille and Andalucía, publicado en 1853. La iglesia de San Justo aparece vista desde un ángulo diferente, con el ábside y la torre en primer plano y un sector del Acueducto cerrando la composición. En el prólogo de la obra se lee este dato sobre la autoría: “Los paisajes y dibujos arquitectónicos son míos pero las figuras son del lápiz de Mr. Egron Lundgron”. El sueco y la inglesa formaron un buen dúo.

Recuerdos y bellezas de España es otro libro con documentados textos y bellas ilustraciones. En él intervinieron el menorquín José María Quadrado por la parte literaria, Francisco Javier Parcerisa por los dibujos e Ysla por las litografías. En el tomo Salamanca. Ávila y Segovia, publicado en 1865, aparece esta vista muy próxima a las que venimos viendo desde Brambilla. Parcerisa se autorretrató dibujando y Quadrado describió así la torre: “severa y primitiva, flanqueada de medias cañas en sus esquinas y decorada con dos serie de arcos semicirculares, figurados los inferiores, abiertos los de arriba y sombreados por moldura concéntrica que como la ceja al ojo parece dar expresión a la ventana”. ¡Qué bella reedición de las páginas correspondientes a Segovia hizo la extinta Caja de Ahorros!

Muchos artistas que dibujaron o pintaron San Justo, la iglesia toda o sólo la torre, no la buscaban a ella sino al Acueducto, siendo la situación estratégica del templo románico lo que hacía casi obligada su inclusión en el encuadre. Así creo le hubo de pasar a A. Olate, autor de una litografía de propaganda electoral dedicada a ensalzar la figura de Bonifacio de Blas, político natural de Villacastín que alcanzó puestos de cierta relevancia durante la Restauración. El año 1872, el periódico local La Consecuencia le dedicaba esta letrilla que nada tiene que ver con la pintura:
“Quien te puso Bonifacio
no supo lo que se dijo;
algo mejor lo supiera
a llamarte MALEFICIO”.

Pedro Pérez de Castro, diplomático, viajero y pintor, aunque hoy prácticamente olvidado, ocupa un lugar de honor entre los acuarelistas españoles pues fue uno de los que más contribuyeron a popularizar esta técnica con la que pintó paisajes de Andalucía, de Valencia, del Cantábrico… También de Segovia, a donde acudía por tener un hermano artillero, y de La Granja, donde veraneaba. Aunque ejecutó la mayoría de sus obras con acuarelas, a veces las utilizaba para aproximarse a los temas, de los que hacía bocetos que luego repetía en óleos de pequeño formato. Este es el caso de la que presento, documentada en forma sumaria: San Justo. Segovia. Museo Fundación Torreón de Lozoya.

El boceto a la acuarela presentado en la entrada anterior, ligero y suelto, fue utilizado por Pedro Pérez de Castro para pintar un óleo con el mismo tema, encuadre y volúmenes. Para hacerlo más pleno, llenó vacíos, añadió dos figuras que ayudan a hacernos con la escala e introdujo un juego de sombras que ponen distancia entre el camino y la ladera que aparecen en la parte inferior de la pintura, y la iglesia y el Acueducto del fondo. Es evidente que el artista conoció la litografía de Lady Luisa Tenison. Museo Fundación Torreón de Lozoya.

Una editorial inglesa, Routledge, imprimió esta lámina el año 1883. Desconozco el por qué y el para qué. El dibujante debió conocer estampas anteriores y, reproduciendo algunos de sus detalles, los añadió a su propia visión. El resultado es una imagen un tanto seca, como no sentida. La cruz, aunque él la adelanta, es la que está situada en el cerro del Ángel, la colina del cementerio, no muy separada del Cerrillo en el que se levantan dos templos, San Justo y, a su izquierda, San Salvador, que aquí queda dibujado con su elevada torre y su voluminoso ábside.
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* Supernumerario de la Real Academia de Historia y Arte de San Quirce.
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