El hallazgo del cadáver de un interno en una celda del módulo 10 de la cárcel de León, ubicada en el municipio de Mansilla de las Mulas, ha provocado el martes una protesta de un grupo de reclusos, que denunciaban las condiciones sanitarias del centro, y ha obligado a intervenir a su directora, Henar García Casado, y a otros altos cargos de la prisión para revertir la situación.
Se ha abierto una investigación para determinar las causas del fallecimiento del recluso. Fuentes sindicales denuncian que el incidente ha sido “grave” y que la directora y el resto de mandos de la prisión han permanecido retenidos durante más de una hora para exigirles una mejora en las condiciones de vida del centro.