El Balonmano Nava afrontaba su última cita de 2025 con un exigente derbi ante el Atlético Valladolid, una auténtica prueba de fuego con la que el conjunto de Álvaro Senovilla buscaba despedir el año en el Guerreros Naveros sumando dos puntos vitales para alejarse de los puestos de descenso antes del parón navideño. No pudo ser. Pese a una notable reacción en la segunda mitad y a un final cargado de emoción e infortunio, Nava cayó por la mínima (29-30) y se marcha al descanso navideño inmerso en la zona roja de la clasificación.
En el feudo navero, Balonmano Nava y Atlético Valladolid ofrecieron un arranque lleno de alternativas. Los primeros minutos se caracterizaron por un juego de ida y vuelta, con ataques rápidos y mucha intensidad defensiva, donde las principales protagonistas fueron las paradas de los porteros Patotski y Juan Manuel Bar, que mantuvieron a ambos equipos en el marcador.
Atlético Valladolid fue el primero en imponer su ritmo gracias a la inspiración ofensiva de José Toledo, logrando una ventaja de tres goles. Nava intentó reaccionar ajustando su defensa, pero las exclusiones de Gonzalo Carró y Patotski impidieron que el equipo navero consolidara su remontada. Además, Luca Ribeiro, del Atlético Valladolid, vio la tarjeta roja tras una acción antirreglamentaria en una penetración de Rui Baptista, lo que complicó temporalmente la situación de Valladolid en los primeros diez minutos del choque (5-7).
Con el paso de los minutos, Nava comenzó a mostrar señales de recuperación. Una defensa más sólida y un ataque eficaz, especialmente por medio de Davide Pugliase desde el extremo derecho, permitió al equipo navero recuperar terreno y empatar el partido. Sin embargo, la alegría duró poco, ya que otra exclusión, esta vez de Nicolás Bonanno, permitió al conjunto pucelano recuperar la ventaja inicial de tres goles (7-10).
Nava vuelve a aferrarse
Aún con todo, el equipo de Álvaro Senovilla volvió a levantarse y consiguió igualar el marcador nuevamente, llegando incluso a ponerse por delante en algún momento, pero siempre sin lograr tomar el control del partido. Y es que, cada intento de Nava de agarrarse se vio neutralizado por los ataques bien elaborados de Valladolid, que recuperaba la ventaja y obligaba al conjunto navero a remar de nuevo a contracorriente.

Ya en los instantes finales del primer acto, pese a las pizarras de Álvaro Senovilla y David Pisonero, el conjunto pucelano mantuvo la brecha al descanso. Tras el paso por vestuarios, el guion inicial se repitió. Los ataques erráticos del Nava fueron aprovechados por un Atlético Valladolid muy efectivo ante la portería de Buda, lo que permitió a los visitantes estirar la diferencia hasta los cinco goles, la máxima del partido (17-22), obligando a Senovilla a solicitar tiempo muerto.
La pausa resultó clave. Nava ajustó su defensa y, liderado por David Fernández en ataque, comenzó a reducir diferencias. Una exclusión sobre Pablo Herrero fue aprovechada por los locales para meterse de lleno en el partido, recortando la desventaja hasta un solo gol y forzando ahora el tiempo muerto de David Pisonero mediado el segundo acto (23-24).
El empuje navero tuvo continuidad. Una parada de mérito de Buda y un tanto de Joao Bandeira devolvieron la igualdad al marcador a diez minutos del final. El Guerreros Naveros creyó. El partido entró entonces en una fase de máxima tensión, con alternativas constantes y acciones decisivas en ambas áreas. Dos ataques fallidos del Nava, con un lanzamiento al larguero de Pugliase y una falta en ataque de Bandeira muy protestada, no evitaron que el choque llegara empatado a los últimos cuatro minutos (28-28), sostenido por las intervenciones de Buda.

Cruel final para Nava
En el desenlace, Atlético Valladolid fue más certero y logró dos goles consecutivos que le dieron una renta de dos tantos a dos minutos del final. Nava respondió con orgullo: Edu Reig transformó un siete metros para recortar distancias, pero un lanzamiento posterior de Joao Bandeira volvió a estrellarse en el larguero. Con un gol de desventaja y apenas 20 segundos por jugarse, Buda rozó el milagro con una última parada sobre Abdelazize, aunque el posterior pase en largo sobre David Fernández fue defectuoso certificando así un nuevo tropiezo (29-30).
Con este resultado, el Balonmano Nava afronta el parón navideño en zona de descenso, consciente de la necesidad de recuperar solidez y corregir errores de cara al tramo decisivo de la temporada. El equipo de Álvaro Senovilla dispondrá ahora de tiempo para recomponerse y trabajar con el objetivo de revertir la situación. A su favor, queda toda una segunda vuelta por delante para reaccionar y volver a levantarse.
