El Viveros Herol Nava comenzó la temporada con el único objetivo de conseguir la permanencia en la temporada de su retorno a la Liga Asobal. “Dejar al máximo de equipos por detrás” en palabras de Álvaro Senovilla, se convirtió en el mantra que el técnico utilizó desde el primer día para dejar claro que en una competición tan exigente como de la primera categoría del balonmano nacional, se hacía necesario plantearse objetivos cortos y realizables, y más con una plantilla con tantas caras nuevas que siempre necesita de un tiempo de adaptación mayor.
Tres meses y quince partidos más tarde, el conjunto segoviano ha cerrado la primera vuelta de la Liga Asobal con los deberes muy bien hechos, tras sumar quince puntos después de haber ganado seis partidos, empatado tres y perdido otros seis. Unos números muy destacados para un recién ascendido que reflejan no sólo el acierto de la dirección deportiva a la hora de confeccionar la plantilla, sino también el buen trabajo que se ha venido desarrollando por parte de un grupo de jugadores que Álvaro Senovillla está gestionando de manera más que destacada.
No cabe duda que la clave de tan buen papel en esta primera vuelta la han dado los marcadores en el pabellón Guerrer@s Naver@s. Vencer a los directos rivales por la permanencia como Sinfín, Puerto Sagunto o Puente Genil en casa, más el empate frente a Cangas, le han dado al equipo muchísimo oxígeno en la clasificación, el suficiente como para trabajar con tranquilidad en otros apartados como en la competitividad del equipo fuera de casa, que ha ido in crescendo con el paso de las jornadas, ganando en Benidorm y empatando en la pista del Rebi Cuenca.
Los 15 puntos sumados en la primera vuelta, la segunda mejor en la historia del Viveros Herol, pone al equipo en disposición de firmar una permanencia que (en teoría) se logrará sumando alrededor de 21 puntos. No hay nada hecho, y bien lo sabe la familia navera que vivió el disgusto del descenso tras sumar 16 puntos en una primera vuelta, pero no cabe duda que el Balonmano Nava ha hecho los deberes de manera más que satisfactoria, y se tomará el turrón con la satisfacción del trabajo bien hecho.
PALOMEQUE, EL FICHAJE DE INVIERNO

En una competición tan exigente como la liga española de balonmano, rara es la temporada en la que un equipo no sufre algún contratiempo en forma de lesión. Prácticamente todos los conjuntos de la Asobal cuentan con algún lesionado de larga duración en su plantilla, y el Balonmano Nava no ha sido una excepción, puesto que Dani Palomeque apenas ha podido disfrutar de minutos en esta primera vuelta debido a unos problemas en el tobillo que le llevaron a pasar por el quirófano. Si no hay dificultades, el extremo malagueño será el fichaje de invierno en el conjunto segoviano, que salvo que haya alguna baja inesperada no tiene previsto realizar ningún cambio en su plantilla de cara a la segunda vuelta.
Más allá del contratiempo físico de Palomeque, el Viveros Herol Nava ha tenido suerte en el apartado de las lesiones, porque las bajas que ha sufrido el equipo (Guardiola, Carró, Dani Pérez…) no han sido de larga duración, y gracias a ello el cuerpo técnico ha podido contar con prácticamente toda la plantilla para afrontar el día a día, un hecho que ha venido a ayudar en gran medida a dos aspectos: que el equipo haya podido conjuntarse en un plazo de tiempo relativamente corto (aunque todavía quedan algunos aspectos por mejorar en este apartado) y que además haya crecido físicamente hasta el punto de que varias de las victorias que ha conseguido en la recta final de la primera vuelta han llegado gracias a que los jugadores consiguen mantener el ritmo que los rivales no logran sujetar tras el descanso.
