El Viveros Herol Nava continúa inmerso en una crisis de resultados que parece no tener fin, pues este pasado fin de semana, los naveros sufrieron una nueva derrota en casa, esta vez ante el Cajasol Ángel Ximénez Puente Genil (24-30), en un encuentro que dejó sensaciones preocupantes, no solo por el resultado, sino también por la imagen ofrecida en la pista.
El equipo de Álvaro Senovilla fue superado durante gran parte del partido por un rival que supo controlar los tiempos y gestionar mejor la presión. La ansiedad volvió a apoderarse del conjunto navero, que mostró una vez más falta de acierto en ataque y cometió errores no forzados que terminaron por condenarlo, pese al empuje desde la grada.
Una victoria en seis fechas
La derrota ante Puente Genil supone un nuevo revés para un Balonmano Nava que ha sumado únicamente una victoria en las primeras seis jornadas de la Liga Asobal. Con dos puntos de doce posibles, el equipo navero ocupa la decimocuarta posición, en zona de playout de descenso, lo que ha hecho saltar las alarmas en Nava de la Asunción.
Senovilla se mostró especialmente autocrítico tras el encuentro y no rehuyó su responsabilidad en el difícil momento que atraviesa el equipo. “Es un partido que para nosotros es una decepción muy grande y también para nuestros aficionados”, reconoció el técnico. “No estamos reflejando en la pista todo el trabajo que realizamos y nos puede mucho la ansiedad en determinados momentos”.
El equipo arrancó bien el encuentro, pero según explicó el entrenador, el nivel cayó. “Los primeros ocho o diez minutos estamos en una situación buena, pero cuando entra nuestra segunda unidad no acabamos de mantener el nivel del partido. Y eso se ha visto hoy. Es una tónica que creemos que se puede mejorar bastante”, explicó Senovilla.
Errores propios y ansiedad
El análisis del técnico navero fue claro: la mayoría de los males del equipo son de origen interno. “Los chicos quieren demostrar demasiadas cosas. Queremos ponernos por delante en el marcador muy rápido y eso nos lleva a regalar muchos balones. No es tanto mérito del rival como demérito nuestro”, admitió. “Eso nos ha llevado a estar muy por detrás en el marcador. Cuando conseguimos centrarnos, hacemos cosas buenas, ayudamos en defensa y aparece la portería, pero cuando estamos cerca de remontar, cometemos errores como fallar un contraataque y encajar un parcial de 0-3 que nos vuelve a hundir”.
El segundo tiempo, según Senovilla, reflejó esa impotencia que el equipo arrastra desde que comenzó el curso. “La salida en la segunda parte vuelve a ser la tónica del quiero y no puedo. Intento transmitir a mis jugadores que cuando vas por detrás en el marcador las distancias no se recortan en tres minutos. Hay que ir poco a poco, pero parece que por momentos sufrimos bloqueos».
Próxima parada: León
Sin apenas tiempo para lamentaciones, el Balonmano Nava tiene ante sí una prueba exigente: la visita al Palacio de los Deportes de León en la séptima jornada de competición, donde se medirá al Abanca Ademar, actual cuarto clasificado en la tabla. Los leoneses llegan lanzados, a solo un punto del liderato, y pondrán a prueba la capacidad de reacción de un equipo navero que necesita sumar cuanto antes para salir del bache.
