Solo una empresa, la constructora segoviana Opyser Urbanización y Obra Pública, ha presentado oferta en el procedimiento abierto por el Ayuntamiento de Segovia para contratar las obras de reurbanización del eje viario entre la Catedral y el Alcázar, que afecta principalmente a las calles del Marqués del Arco y de Daoiz y tiene un presupuesto de licitación de casi 900.000 euros (IVA incluido).
La Mesa de Contratación del consistorio segoviano ha comprobado que, tras la finalización del plazo abierto para la presentación de ofertas, en la sesión que celebró para la apertura del sobre 1, correspondiente a documentación general y memoria técnica, solo esta empresa ha presentado oferta para hacerse con el contrato.
El hecho de que no se hayan presentado más licitadoras perjudica a los intereses municipales entre otras cuestiones porque, aunque todavía no se conoce la oferta económica, no hay alternativas para determinar la más ventajosa en ese sentido y, por lo tanto, obtener una rebaja del presupuesto de las obras.
Además, la Mesa de Contratación, que presidió el concejal socialista Andrés Torquemada, e integraban la secretaria general accidental, el interventor general y un ingeniero técnico municipal de obras públicas, actuando como secretaria la jefa de la Sección de Contratación del Ayuntamiento, indica que este procedimiento abierto simplificado tiene dos fases y Opyser debe superar todavía la segunda.
De momento, esta empresa ha sido admitida en el procedimiento porque ha presentado la documentación administrativa requerida: certificado de inscripción en el Registro Oficial de Licitadores y Empresas Clasificadas del Estado, declaración responsable, y declaración de empresas vinculadas o unión de empresarios en su caso, así como una memoria técnica.
Este último documento se ha remitido a los servicios técnicos de la Concejalía de Patrimonio Histórico, área que lleva directamente la alcaldesa, Clara Martín, para que procedan a su valoración en un informe.
Para continuar el proceso selectivo, la licitadora tiene que obtener un porcentaje mínimo del 50% de media en dos apartados que los técnicos examinarán en su valoración: ‘Adecuación’ y ‘Grado de detalle’. De lo contrario, quedará excluida y ni siquiera se abrirá el sobre con la propuesta económica incluida en su oferta.
Precisamente, la alcaldesa comentó el jueves en la rueda de prensa habitual en la que informa de los asuntos de la Junta de Gobierno Local semanal que “somos conocedores y conscientes de las dificultades que hay no solo para este ayuntamiento, sino también para otras administraciones públicas, a la hora de llevar a cabo proyectos de obras”.
“No es la primera vez que ocurre”, admitió, al informar de que se había declarado desierto el expediente de contratación de las obras de la segunda fase de la Escuela Municipal de Artes en instalaciones de La Cárcel_Centro de Creación.
El principal motivo es el aumento del precio de determinados materiales de construcción y, por esa razón, Martín avanzó que para poder ejecutar esta inversión el siguiente paso será hacer una actualización de los precios y, a partir de ahí, volver a iniciar el procedimiento de licitación “para que no vuelva a quedar desierto”.
Zona de bajas emisiones
Este proyecto de reurbanización del eje Catedral-Alcázar está relacionado con la peatonalización en el recinto amurallado de la ciudad.
El gobierno municipal ha empezado a dar pasos para establecer una zona de bajas emisiones en el centro histórico de Segovia y cumplir así la legislación que regula la paulatina reducción de los gases contaminantes procedentes de vehículos de motor.
Del presupuesto estimado en 896.940 euros, una gran parte, 600.000, procede de fondos europeos dentro del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia del Gobierno de España en relación con la planificación de una movilidad sostenible.
Por lo demás, el proyecto contempla, entre otras intervenciones, la sustitución de redes para poner fin a fugas y averías, la renovación del pavimento y el soterramiento del cableado de las fachadas de viviendas que, en parte, formaban parte del antiguo barrio románico de las Canonjías.
Gran parte de la importancia y complejidad de este proyecto reside en la existencia del trazado subterráneo del Acueducto —identificado en 2020 gracias a un estudio de geolocalización—, teniendo en cuenta la estrechez de la calle de Daoiz y lo superficial que se encuentra la roca en esta zona, de manera que el espacio disponible en el subsuelo es muy limitado.
