El Ayuntamiento de Olombrada ha asumido la titularidad del centro cultural ‘La Panera’, que hasta ahora era propiedad de la Consejería de Economía y Hacienda de la Junta de Castilla y León como unidad de almacenamiento. Esta semana, la alcaldesa de Olombrada, Rosa de Blas Frías, firmó el acta de entrega de las llaves del inmueble.
Este edificio tiene una amplia historia para los vecinos de Olombrada, ya que el Ayuntamiento recibió la cesión del uso en junio de 1989, del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación. En 1999, esta cesión fue refrendada por el Servicio Nacional de Productos Agrarios (SENPA), y con posterioridad, en 2001, por la Consejería de Agricultura y Ganadería de la Junta. En 2006, la Consejería de Agricultura autorizó al Ayuntamiento de Olombrada a realizar una serie de mejorar, y finalmente en 2022 el municipio ha conseguido adquirir la titularidad del inmueble.
Desde la primera cesión, el Ayuntamiento viene utilizando el inmueble como centro cultural y local social, dada la carencia de otros locales en el municipio que puedan utilizarse para estos fines.
Son muchas las actividades que se celebran durante todo el año. Destacan un gran número de eventos, como la celebración de las fiestas nacionales y locales con representaciones teatrales, lecturas de concursos literarios, proyección de películas, concursos de cocina tradicional, elaboración de talleres, reuniones, preparación de la Cabalgata de Reyes, carnavales, exposiciones, etc.
En la actualidad, también se benefician del edificio la mayoría de las asociaciones del municipio para el desarrollo de distintas actividades, entre otros colectivos, la Asociación Cultural Antares, Asociación de Agricultores y Ganaderos de Olombrada, Asociación de Jubilados y Pensionistas ‘San Vicente’, Asociación Cultural Olombrada, Asociación Cultural Entre Pinares y Asociación de Madres y Padres de Alumnos (AMPA).
El Ayuntamiento de Olombrada tiene como objetivo consolidar la propiedad de este edificio municipal, con el fin de potenciar, desarrollar y consolidar las actividades y eventos que se elaboran en su interior, para evitar el gran problema de la despoblación rural.
