El Viveros Herol Nava se quedó a las puertas de otra histórica remontada en una eléctrica segunda parte frente a un Fraikin Granollers que en el primer tiempo jugó a lo que quiso, y tras el descanso se vio obligado a jugar a lo que quería el equipo de casa. Sólo las paradas de Roberto Rodríguez y la veteranía de Bruno Reguart y Antonio García impidieron que el conjunto navero culminara su asedio sumando algún punto.
Posiblemente si este encuentro se hubiese jugado en diciembre el desarrollo del mismo habría sido bien distinto, con el equipo visitante sumido en un mar de dudas encajando algunos resultados negativos, y el navero subido en la ola buena que le habían llevado a poner mucha tierra de por medio con respecto al descenso. Pero el calendario es el que es, y cincuenta días dan para que los que están mal mejoren, y viceversa.

Siete minutos tardó el Fraikin Granollers en fallar su primer ataque con un lanzamiento fuera de Faruk Yusuf, porque hasta ese momento el equipo de Antonio Rama mantuvo un inmaculado porcentaje de aciertos ofensivos, con Antonio García y Bruno Reguart liderando las operaciones.
El Viveros Herol Nava, al que le faltó intensidad defensiva desde el primer minuto de partido, se mantuvo dentro del choque gracias a un ataque efectivo desde los siete metros con Dani Pérez, pero siempre por detrás en el electrónico. Mediada la primera parte, el equipo visitante amenazó con romper el partido alcanzando los cuatro goles de diferencia (6-10).

La portería del conjunto local tardó quince minutos en realizar su primera acción positiva, con una doble parada de Luis de Vega que dio paso a un parcial favorable que acercó a los de Senovilla en el electrónico. Pero el espejismo duró poco, y el técnico local se vio obligado a parar el partido para pedir a sus hombres más ayuda en los repliegues defensivos.
AL DESCANSO, ‘CASI’ DECIDIDO
Pero los ataques rápidos del Fraikin Granollers tanto en acciones de contraataque como de contragol machacaban una y otra vez el marco del Viveros Herol, que si en defensa no lograba llegar a tiempo, en ataque se encontraba con Roberto Rodríguez, que con sus intervenciones favoreció las veloces acciones de un Granollers que llegó al descanso con el duelo casi decidido (15-22).
En el intermedio dio tiempo a realizar varias lecturas del partido, pero la primera era muy evidente. O Nava encontraba la manera de frenar los ataques rápidos del Granollers, o la segunda parte se iba a hacer muy larga y el castigo en lo que a goles encajados se refiere iba a ser muy importante.
El equipo de casa necesitaba mejorar sus números defensivos, y a ello se puso en un segundo tiempo que inició con un parcial de 4-0 hasta que llegó la exclusión para Mario Nevado que dio algo de aire al Granollers, aunque Antonio Rama se vio obligado a parar el partido con 21-23 después de que Andrés Moyano culminara una acción a la contra.
DANI PERDIÓ EL DUELO CON EL PORTERO
Roberto Rodríguez negó el empate a Dani Pérez cuando la segunda parte sólo había consumido doce minutos (y no fue la primera vez que el guardameta le amagó la tarde al extremo local) y Granollers volvió a coger aire gracias de nuevo a la decisión de Bruno Reguart desde los nueve metros.

Pero la defensa del Balonmano Nava no tenía nada que ver con la de la primera parte, mucho más activa y con Roberto Pérez echando una buena mano en este apartado, y a siete minutos para el final el equipo de casa terminó por empatar el partido, que a cinco minutos para el final reflejaba un 31-31 más que esperanzador.
En el primer tiempo se jugó a lo que quiso el equipo vallesano, pero tras el descanso la defensa y Patotski mejoraron la cara de un conjunto local que logró entrar en los cinco últimos minutos con el partido empatado
Era el momento de la verdad, y en esos instantes la veteranía es un grado. Y la que aportaron Antonio García y Bruno Reguart, junto con las paradas de Roberto Rodríguez y el acierto de Marc Vega en el extremo, acabó por decidir el partido a su favor. Porque con 31-32 Yusuf vio su segunda exclusión, pero de nuevo Roberto Rodríguez pudo con Dani Pérez desde los siete metros, en lo que fue el principio del fin de la remontada. Marc Vega elevó el 31-34 en dos acciones eléctricas pese a jugar en inferioridad, y aunque los de casa llegaron a situarse a un gol de distancia, se quedaron sin tiempo, y sin acierto, para culminar la remontada, quedándose sin puntos aunque con el aplauso de una afición que por momentos creyó en un nuevo milagro en Nava.
