El año 2020 acabó con 2.417 defunciones en la provincia, 720 más de las que cosechó su anualidad precedente, informó la Junta de Castilla y León a través del portal sobre la situación epidemiológica de la Comunidad.
Sin duda, este repunte de muertes en Segovia respecto al año anterior está amparado en la pandemia de coronavirus que desde marzo azota a todo el mundo, que según la Junta dejó en la provincia un total de 770 fallecimientos a lo largo de 2020 (418 entre usuarios de las residencias de mayores).
De esta forma, 2020 se convierte en el año que más fallecimientos ha registrado de las últimas cuatro anualidades con diferencia.
Por años, 2017 registró 1.736 muertes; 2018 terminó con 1.740; el año 2019 acabó con 1.697; y 2020 sumó 2.417.
Los datos sobre mortandad de la Junta reflejan que la tasa provincial de fallecidos de 2020 es ostensiblemente superior a la de años anteriores al situarse en 16,59 por mil, mientras que 2017 marcó 11,89 por mil, el año 2018 registró 11,92 por mil y en 2019 fue de 11,64 por mil.
Misma situación arrojan los datos relativos a las residencias, que dejaron un gran repunte de muertes respecto a otros años.
No es de extrañar, ya que en especial durante la primera ola, estos centros de mayores fueron duramente golpeados hasta el punto de aglutinar una buena parte de los fallecimientos relacionados con la pandemia.
De esta forma, la tasa provincial de fallecimientos de 2020 en estos centros de mayores asciende a 31,04%, un valor muy superior en comparación a los datos obtenidos en 2017 (20,67%), 2018 (21,1%) y 2019 (20,43%).
Este balance de muertes de la Junta es más certero que los realizados con las cifras del INE, ya que los datos del Gobierno autonómico son números ya concretos mientras que los del instituto estadístico se elaboraban con valores estimados.
Así, el INE estimó un total de 2.469 muertes respecto a las 1.689 del año anterior en la provincia, por lo que situó este repunte en 780 defunciones. Esta cifra es mayor que la que finalmente concretó la Junta (720).
El repunte de muertes respecto al año anterior no se dio de forma uniforme, ya que tan solo contabilizaron más defunciones que la media de los años anteriores los periodos de marzo, abril, julio, septiembre y diciembre.
Sin duda, el mayor repunte de fallecimientos se dio durante el inicio de la pandemia, en plena primera ola, en la que se concentraron gran parte de las muertes localizadas en Segovia. Esta abundancia de fallecimientos en un periodo concreto provocó un ‘efecto cosecha’ que ha posibilitado que en el resto de los meses no se haya contabilizado este aumento en el número de decesos a pesar de que la pandemia seguía activa.
Por acotar, se conoce como ‘efecto cosecha’ al adelanto en los fallecimientos de personas que se encuentran en un estado de salud muy precario y por tanto contaban con una esperanza de vida muy corta. De esta forma, muchas personas con un cuadro clínico delicado, que hubieran muerto en los meses siguientes, han fallecido durante los parciales en los que se ha concentrado una gran mortandad por culpa del impacto de la pandemia (en Segovia durante marzo y abril), situación que ha provocado que en los meses sucesivos se hayan dado menos fallecimientos de los esperados.
Este efecto también explicaría que a pesar de que la pandemia ha dejado 770 muertes en 2020, el repunte de fallecidos respecto al año anterior tan solo asciende a 720.
Datos de diciembre
El último mes del año dejó un leve repunte de muertes respecto a diciembres de años anteriores. De esta forma, este periodo arrojó 144 fallecidos, mientras que la media de los tres años anteriores registraba 111,33 muertes.
Este repunte no es una excepción dentro de la autonomía, ya que todas las provincias de Castilla y León salvo Ávila manifestaron este aumento de muertes respecto a anualidades anteriores.
Este incremento también se dio en las residencias de mayores, donde las muertes de 2020 fueron 54 por las 44 de 2019, las 40 de 2018 y las 48 de 2017.
