A pesar de la mascarilla a la que aún obliga la pandemia, ayer se veían sonrisas e ilusión bajo la máscara, tanto de expositores como de visitantes, en la primera feria del calendario segoviano del año tras la pandemia, ‘El Ángel’ de Fuentepelayo. Miles de personas se acercan estos dos días a la localidad segoviana que en los primeros días de marzo se convierte en referente regional del sector agrícola y ganadero, y cada vez con un mayor auge, del agroalimentario. Es el momento del reencuentro entre los más de cien expositores que este año, la 37 edición de la feria, han regresado a Fuentepelayo, con el ánimo por todo lo alto y con ganas de esa primera toma de contacto con el cliente, que es lo más importante de ‘El Ángel’, ventas que pueden cuajar en los próximos días.
En el exterior, en los 20.000 metros cuadrados de superficie abierta que ofrece la feria, tractores y cosechadoras últimos modelos vuelven a lucirse en las calles de Fuentepelayo, atrayendo la mirada de los profesionales del campo, así como de los visitantes que se sorprenden ante la magnitud de estas máquinas destinadas a uno de los principales sectores de la economía segoviana.
Desde la empresa Puente Agroindustrial, de Valverde del Majano, ofrecen una máquina sembradora monogranos, “que ha revolucionado el mundo de la siembra monograno”, según explica su responsable Ildefonso Puente. Y otra empresa local, de Fuentepelayo, Sistemas Fernanz, tiene expuesto todo lo relacionado con maquinaria agrícola para el transporte del pienso, lavado, herramientas manuales, soldadoras, etc.
Además, de la maquinaria agrícola y ganadera, que es la esencia de esta feria cuyos orígenes datan del siglo XVII, otro sector fundamental en esta región y que atrae por la vista, el olfato y el sabor, es el agroalimentario. El recinto de La Panera acoge este fin de semana todo tipo de exquisiteces de esta tierra y de otras comunidades, desde el embutido ibérico de Guijuelo, hasta los dulces típicos de la provincia, las anchoas de Santoña, y otros como encurtidos, vinos, conservas, chuches, etc. que hacen las delicias de pequeños y grandes.
Y ya en el recinto ferial, expositores de artesanía, decoración, muebles, hogar, textil y servicios, muestran las novedades y ofertas de sus sectores. Riadas de personas recorren los largos pasillos de este espacio, parando en los puestos, viendo los productos y muchos comprando. Hay ganas de vender y también de comprar, después de casi dos años de restricciones y medidas.
La mayoría de las empresas que este año han vuelto a Fuentepelayo son de la provincia, un 40 por ciento; un 35 por ciento son de la Comunidad, y el 25 por ciento del resto de España. Casi todas conocen la Feria de ‘El Ángel’ y no han querido perderse esta primera edición tras la pandemia.
Como actividades complementarias, la Feria de ‘El Ángel’ ha programado un bonito programa en torno al mundo del caballo, con la 36 Feria del Caballo, con exhibiciones equinas de la mano de la empresa ecuestre ‘Centauro’.
Fuentepelayo ha sido la primera feria, la del reencuentro. A partir de ahora, seguirán otras muestras en toda la provincia, en el año de vuelta a la nueva normalidad.
VUELTA A EMPEZAR
“Esperamos que la gente nos venga a ver”, comentaba ayer Isabel, de Museo Delicatessen, que después de catorce años viniendo a ‘El Angel’, se mostraba feliz en el expositor, con la confianza en que los consumidores regresen a ferias como la de Fuentepelayo, y vean, degusten, y compren si les gustan, la variedad de productos que exponen, con la anchoa de Santoña como reina del stand. “Echábamos de menos no haber tenido ninguna feria durante dos años, el contacto más directo con los clientes y el poder enseñar nuestros productos”, manifestaba también Ildefonso, de Puente Agroindustrial, con toda su maquinaria agrícola de nuevo en Fuentepelayo. Este año, acompaña hasta el tiempo, por lo que los expositores saben que Fuentepelayo rebosará de gente estos días. Para Esther, de El Segoviano Modas y Complementos, esta es su segunda Feria de ‘El Ángel’, ya que se estrenó en la última edición, unos días antes de que se iniciara el confinamiento. “Hay ganas de salir, de encontrarnos con la gente y a nosotros no nos queda otra más que movernos y dar a conocer nuestros productos, y estas ferias nos ayudan”, afirmaba. Y con muchas ganas también regresa a la Feria de Fuentepelayo Roberto, de la empresa local Sistemas Fernanz, que ayer esperaba mucha gente en la localidad, principalmente por la tarde, como así fue de hecho. “Espero tener buenos resultados este fin de semana, que la gente se mueva como antes, vengan a la feria y que se genere un buen ambiente”, coincidían en general todos los expositores, que confían en no parar de asistir a ferias a lo largo de este 2022.
