El pasado día 3 de marzo, una representación de los abogados de Segovia, asistimos a la sesión de pleno del Ayuntamiento de Segovia, que por unanimidad de todos los concejales que integran los cinco grupos políticos de la Corporación: PSOE, PP, Ciudadanos, Izquierda Unida y Podemos, adoptó el acuerdo de denominar la glorieta ubicada en la Avenida Vicente Aleixandre, en el cruce con la Calle Manuel González Herrero, como ‘Abogados del Turno de Oficio’.
El acuerdo fue precedido de unas sentidas y emotivas intervenciones, tanto del representante del equipo de gobierno, Sr. Torquemada, como de los portavoces de todos los grupos, poniendo en valor, el gran reconocimiento a la labor de un servicio fundamental para la ciudadanía, que desarrollamos los abogados del turno de oficio.
No me cabe ninguna duda, que los que tuvimos la posibilidad de asistir al pleno, sabíamos que estábamos en presencia de un momento histórico para esta profesión. Después de varios años de trámites, reuniones y gestiones de todo tipo, por fin, nuestro Ayuntamiento, hacía justicia con los compañeros y compañeras del Turno de Oficio, que de manera absolutamente desinteresada y con gran esfuerzo por su parte, sostienen, durante 365 días al año, 24 horas al día, y en turno de 6 colegiados al día, un servicio de asistencia jurídica gratuita, desplegados por toda la provincia de Segovia.
No hay ni días festivos, ni fines de semana, ni días señalados para todos los integrantes del Turno. Ni tampoco horarios o inclemencias meteorológicas que impidan asistir a quien precisa de nuestra intervención profesional. Sea un detenido, o la asistencia a una víctima de violencia de género. Nos desplazamos en nuestros propios vehículos sin que, por parte del Estado nos asista el derecho, al menos, a los gastos de esos desplazamientos. Nos pasamos horas, en las distintas dependencias policiales o de la guardia civil, y posteriormente o, al día siguiente, en el Juzgado de guardia.
No tengo que decir, que esta asistencia, es absolutamente prioritaria a cualquier otra actividad que tuviera prevista el letrado del Turno. Por lo que, los letrados y letradas adscritos al mismo, que en Segovia, somos la gran mayoría de los colegiados ejercientes, tenemos que dejar nuestra actividad profesional dentro de nuestros despachos, que es la que nos da de comer, para encargarnos de la guardia que ese día nos haya correspondido.
Pero el Turno de Oficio, no se corresponde solamente con las guardias de asistencia al detenido, asistencia a la víctima de violencia de género (Que tiene una guardia específica asignada diariamente) al Servicio de Orientación Jurídica que prestamos también todos los días en nuestro Colegio, sino que además, se complementa con actuaciones civiles, contencioso-administrativas, laborales, penales, administrativas, y todo un elenco de prestaciones que, diariamente entran en el Colegio, y que son designadas a los distintos colegiados, para su defensa o evaluación jurídica.
El año pasado, y dentro del ejercicio de 2022 y según la estadística que tenemos en el Colegio, los datos son los siguientes:
3.430 expedientes tramitados de Asistencia Jurídica Gratuita en todos los ámbitos judiciales y de la Administración en general. Lo que supone prácticamente la tramitación de 10 expediente diarios.
1.822 Asistencias a detenidos o a víctimas de Violencia, que representa una media de 5 asistencias diarias al cabo del año.
Puedo manifestar, sin temor a equivocarme, que el Turno de Oficio es el gran desconocido de la Justicia española, y me atrevería a sostener, que de la ciudadanía en general. No solo por la escasa y sonrojante atención que se nos presta desde el Ministerio de Justicia (Proclamé en mi toma de posesión, hace unos días, que me daba vergüenza pertenecer a un país que trataba así al Turno de Oficio), sino por la inexistencia de medios que disponen los abogados del turno, además de la insolente, por precaria y vergonzosa subvención, que no remuneración, que se nos presta, por nuestra intervención en dicho Turno.
Existe el convencimiento general, que el abogado del Turno de Oficio, es una especie de letrado de segunda o tercera categoría, que lleva a cabo su trabajo sin la debida preparación, o que no presta la atención debida al asunto, dada la precaria retribución que percibe.
Recientemente, y en una de las películas más galardonadas del cine español en la última edición de los premios Goya (Modelo 77) el guionista introdujo precisamente esta distinción, entre un abogado de oficio y un abogado de pago, dejando en muy mal lugar al del turno de oficio. No culpo al guionista de tan falaz y desafortunada distinción. Seguramente él, como otros muchos, todavía mantiene la casposa definición del abogado de oficio (Como acertadamente adjetivó mi compañera abogada Lourdes Pulido, en un reciente artículo citando esta película) como una persona poco profesional y escasamente preparada.
Nada más lejos de la realidad. El abogado del turno en Segovia, como en cualquier otro Colegio de este país, es un profesional, que además de atender a su despacho profesional, que como antes manifestaba, es de lo que vive, en un alarde de generosidad y solidaridad, con las personas que no tienen medios económicos para pagarse un abogado, prestan ese servicio fundamental (vergonzosamente subvencionado por el Estado) recogido en el Artículo 119 de nuestra Constitución.
Y lo presta con la misma intensidad y profesionalidad, que podría prestar cualquier otro asunto. El abogado cuando tiene un asunto en sus manos, jamás piensa en la repercusión económica que la va a deparar. Pone todo su empeño en la defensa de la causa, no solo por convicción profesional o personal, sino porque el alma del abogado, por más desconsideraciones que reciba, consiste en una superación diaria, que le permite mantener o incrementar su cuota de prestigio interno o personal, y que siempre va dirigida a convencer a un tercero, generalmente un tribunal, de las tesis que está defendiendo. Lo que nunca es ni fácil ni sencillo.
Por eso no hay, ni existen abogados de primera, ni de segunda o de tercera. Y menos en el Turno de Oficio de Segovia, en el que muchos profesionales dedicamos a diario, nuestro esfuerzo personal, profesional y económico a una causa, que tendría que ser más respetada, por quien tiene encomendado por la Constitución, la prestación de un servicio fundamental, para salvaguardar el principio constitucional de la tutela judicial efectiva, de cualquier persona, al margen de su condición personal, y para que en ningún caso, pueda producirse indefensión.
Con el justo reconocimiento que ha hecho nuestro Ayuntamiento a la causa del abogado del Turno de Oficio, dedicando una rotonda tan magníficamente ubicada, entre el nuevo edificio de los Juzgados, que esperamos disponer pronto, y la calle Manuel González Herrero, insigne y prestigioso jurista, y decano durante muchos años del Colegio de Segovia, se hace justicia con todos los compañeros que pertenecen al Turno de Oficio.
Por eso también mi agradecimiento, en nombre de todo el colectivo que conformamos el Turno de Oficio, al Ayuntamiento de Segovia y a todos los grupos políticos que lo componen. Han demostrado su sensibilidad con una labor profesional ciertamente encomiable. Mi agradecimiento especialmente al Concejal Sr. Torquemada, que cuando el día de mi toma de posesión, el pasado 17 de Febrero, indiqué en mi discurso que Segovia tenía una deuda con el abogado del Turno de Oficio, nada más acabar al acto, en el que estuvo presente en representación de la Alcaldesa, me aseguró que, recogiendo el guante de mi intervención, iban a pagar esa deuda a la mayor brevedad. Y así lo ha hecho.
Mi agradecimiento también y mi reconocimiento a mis compañeros que me precedieron en el Decanato del Colegio de la Abogacía de Segovia, como son Julio Sanz Orejudo y Julián Sanz Gómez, y sus correspondientes Juntas de Gobierno, que desde hace años, iniciaron el camino de este reconocimiento, proponiendo esta distinción y luchando denodadamente por su implantación, y que ahora, hemos podido comprobar, al menos en vida (que no es poco) la recompensa a su trabajo y su esfuerzo. Su presencia en el Pleno, acompañándome ese día, hizo justicia a esa gran labor.
Y por último, mi agradecimiento también, a vosotros compañeros y compañeras abogados del Turno de Oficio, que con vuestra generosidad, solidaridad y esfuerzo, hacéis posible todos los días, el ejercicio de un derecho fundamental, en beneficio de aquellas personas más necesitadas. Este reconocimiento público de la ciudad, os lo habéis ganado merecidamente. Sentiros orgullosos de pertenecer a este colectivo, y perseverar, a pesar de todas las dificultades, en el intento de conseguir una sociedad más libre y más justa.
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(*) Decano del Colegio de Abogacía de Segovia.
