El Centro de Hemoterapia y Hemodonación de Castilla y León (Chemcyl) está llevando a cabo va a iniciar una campaña de captación de nuevos donantes de sangre que acudan de manera regular, no sólo en momentos puntuales de necesidad, con el objetivo de garantizar el relevo generacional necesario en la base de datos de donantes activos -sobre todo el grupo de 25 a 40 años-, y asegurar así la cobertura futura de las exigencias transfusionales de la Comunidad.
El dato es muy claro: los hospitales de Sacyl necesitan una media diaria de 450 ‘bolsas’ de sangre, y con una donación -que dura alrededor de 15 minutos- se pueden salvar hasta tres vidas. Accidentes de tráfico, enfermos de cáncer, grandes cirugías, inmunodeprimidos, trasplantados, todos ellos necesitarán en algún momento un componente sanguíneo. Y la sangre no se puede fabricar.
Para cubrir esas necesidades diarias transfusionales, alrededor del 4 % de la población de Castilla y León debería ser donante habitual, es decir, de los que acuden regularmente, pero según los datos que maneja el Chemcyl sólo se llega al 2 %, “y tras la pandemia se está viendo que cada vez cuesta más que acudan, porque se trata de una actividad que ha pasado a segundo plano”, según explica la directora del Chemcyl, la doctora Lydia Blanco Peris.
Conseguir ese recambio generacional, esos nuevos donantes, se ha revelado como una prioridad para los gestores de la hemodonación en Castilla y León, ya que el año pasado hubo 8.705 donantes de sangre total que acudieron por primera vez, un 8,7 % (ver cuadro resumen) de las 100.503 donaciones de este tipo registradas. En el caso de Segovia, la cifra total en 2021 fue de 5.908 donaciones y el 8,3% correspondieron a primeros donantes, es decir se contabilizaron 488 donantes nuevos. n
