El consejero de Medio Ambiente, Vivienda y Ordenación del Territorio, Juan Carlos Suárez-Quiñones, destacó este martes que la situación actual de Castilla León en la emergencia del corte de suministro eléctrico es de práctica normalidad y apuntó que salvo “zonas puntuales donde hay una cierta inestabilidad de las comunicaciones telefónicas”, se ha recuperado el fluido eléctrico en todo el territorio.
Suárez-Quiñones ha explicado que la Junta ha liderado la gestión de esta emergencia a través de la sala del 1-1-2, que ha atendido más de 3.500 llamadas, además de gestionar todos los incidentes y de garantizar el funcionamiento pleno de los hospitales públicos con sus sistemas autónomos de generación eléctrica, así como de los centros de salud, a los que dotó, cuando fue necesario, de equipos propios de generación eléctrica.
El Consejero explicó que una vez conocida la intensidad del apagón, se activó el nivel 2 del Plan de Protección Civil y se asumió un plan autonómico de gestión de la incidencia con un Cecopi presidido por el presidente de la Junta de Castilla, Alfonso Fernández Mañueco.
A su vez, insistió en el mensaje de agradecimiento lanzado por Mañueco a todo el personal público que ha trabajado en esta incidencia.
Cruz Roja
Cruz Roja movilizó a sus equipos de emergencia por toda la Comunidad y atendió a más de 2.650 personas, de las que 2.400 eran viajeros atrapados en distintos trenes en las provincias de León, Segovia, Valladolid y Zamora. Además en estas provincias, excepto en Valladolid, se montaron albergues que dieron cobijo a 70 personas.
La organización también prestó ayuda a 110 personas por diversas causas como problemas de movilidad, haber sufrido caídas en su domicilio, precisar asistencia sanitaria y traslados al hospital o necesitar recargar la batería de su dispositivo de oxígeno.
Además dio apoyo con sus generadores eléctricos a tres centros de salud y cuatro residencias de mayores. Instalaron puntos de recarga de aparatos eléctricos en Burgos y prestaron dos generadores a gasolineras de León y Segovia para abastecer a ambulancias e infraestructuras críticas. En Segovia además cedieron varios ‘walkie talkies’ para facilitar la comunicación con las ambulancias.
Actividad quirúrgica
El apagón masivo impidió realizar entre un 30 y un 35 por ciento de la programación quirúrgica prevista durante la jornada ordinaria en los centros sanitarios de la Comunidad, así como ocurrió con entre 20 y un 30 por ciento de las pruebas diagnósticas, y con un 15 por ciento de las consultas externas previstas, según los datos facilitados por la Junta de Castilla y León.
Por lo que se refiere a los hospitales, los grupos electrógenos de respaldo funcionaron y, gracias a ellos, pudo mantenerse la actividad quirúrgica urgente y la actividad esencial durante horas, como respiradores, incubadoras, monitores cardíacos y otros dispositivos médicos vitales.
Los centros de salud no tuvieron que suspender prácticamente ninguna consulta porque a la hora que se produjo el apagón había luz suficiente. La Junta señaló, únicamente, problemas de conexión que impidieron el correcto funcionamiento del programa ‘MedoraCyl’, de gestión de la historia clínica, y del sistema de receta electrónica ‘Recyl’, aunque los pacientes que lo necesitaron tuvieron recetas en papel.
Centros penitenciarios
La cárcel de Topas, en la provincia de Salamanca, no registró ningún incidente tras haberse producido un “riesgo cierto” según la sección sindical de CCOO.
El sindicato señaló que un apagón de esta magnitud puede suponer un peligro en un centro penitenciario, afectando a sistemas críticos. Sin embargo, en el Centro Penitenciario de Topas no se registraron incidentes gracias a la activación inmediata de los generadores de emergencia.
Asimismo la Agrupación de Cuerpos de la Administración de Instituciones Penitenciarias (ACAIP)aseguró haber resuelto la jornada “sin grandes incidentes” en el Centro Penitenciario de León, situado en Mansilla de las Mulas.
El centro penitenciario cuenta con grupos electrógenos que funcionan con gasoil, lo que permitió garantizar el suministro eléctrico en los sistemas esenciales de seguridad.
