Solamente con echar un vistazo al marcador y a los minutos en los que se produjeron los goles, se puede apreciar la poca historia que tuvo el derbi de ayer entre el CD La Granja y el Unami, que se saldó con una goleada de los locales, que no desperdiciaron los regalos que les hizo la defensa del equipo que ayer vestía de naranja y negro.
Los dos equipos salieron muy fuertes desde el principio. En el once inicial de Manuel Retamero destacó la presencia de Emilio en la mediapunta, con Ricardo como delantero centro.
Por su parte, Tito Domingo volvió al 4-1-4-1 que tan bien le funcionó ante el Real Ávila, solo que esta vez Maroto sustituyó al lesionado Quique como defensa lateral derecho; y Álex jugó de inicio en vez de Lastri, como extremo.
Muy pronto se movió la balanza del lado local. Solamente habían pasado 3 minutos cuando una indecisión entre el central Laruso y el portero Mario dejaron a Ricardo con toda la portería para él solo, convirtiendo el 1-0.
Tras este gol las fuerzas se repartieron, con contínuas idas y venidas de uno a otro lado y con numerosas opciones de ataque. A pesar del mal estado del terreno de juego, muy pesado y embarrado, se estaba viendo un partido entretenido.
Según se llegaba al cuarto de hora, después de este inicio tan enérgico, el balón cayó más a los pies de los visitantes, pero apenas inquietaron a Yiyo. Pero quien más apuros estaba pasando era Mario en la otra portería.
Tanto fue así que, en el minuto 18, llegó el segundo tanto granjeño. Fue tras un corner que nació de un mal despeje hacia atrás de Fran. El saque fue lanzado por Emilio, y el balón, tras golpear en las manos de Mario, rebotó en la cabeza de Otero, colándose en la meta.
Fueron dos duros golpes muy seguidos, pero el Unami no se hundió y apretó los dientes tras el 2-0, encerrando a los azules y disfrutando de ocasiones a balón parado, y un par muy claras de Juanlu –que no llegó a rematar dentro del área–, para poder recortar distancias. Mientras, los de Manuel Retamero aguardaban atrás, bien colocados y buscando la velocidad de sus hombres de ataque para montar contragolpes.
Corría el minuto 30 y la mayoría del juego se estaba desarrollando en el campo granjeño. Y es que los de casa se encontraban cómodos y bien colocados, a pesar del empeño que ponían los de Tito Domingo. Algo que no fue suficiente para probar los reflejos de Yiyo.
La puntilla llegó en el minuto 41, con el gol de Emilio tras una jugada personal de Kike desde dentro del área, lanzando un balón que rebotó en un defensa. La pelota pasó por encima de Mario y cayó en los pies de Emilio quien, con sangre fría, se colocó la pelota para marcar a placer el 3-0.
En la segunda parte el Unami salió más intenso que el rival, y fruto de ello fueron las dos ocasiones que tuvieron Mario Zúñiga e Ismael, que salió al campo sustituyendo a Juanlu en el minuto 46.
Pero la más clara la tuvieron los granjeños, por medio de un balón puesto desde la derecha por Iván Yubero dejando al portero ya batido. El balón le cayó a Emilio y su tiro a puerta vacía fue sacado bajo palos por un defensa, reclamando los locales penalti por mano.
Los de la capital se mantuvieron enteros a pesar del resultado, pero en ataque no encontraban las mejores opciones de disparo.
Y, con estas, llegó el 4-0, en una jugada muy parecida a la anterior, con Iván Yubero colocando un buen balón desde la derecha y, aprovechando que Mario dejó la portería desguarnecida, Emilio volvió a demostrar sus nervios de acero para, tras un par de recortes, mandar el balón dentro de la portería por encima de las cabezas de los defensas que la tapaban.
Sobra decir que el partido ya estaba decidido, y la media hora que le quedaba al encuentro pasaron sin pena ni gloria, y sin muchas novedades con respecto a lo que se vio en la segunda parte.
De esta manera, el Unami quemó todos sus cartuchos en busca del gol de la honra, pero el Club Deportivo La Granja mostraron mucha seguridad defensiva. Precisamente, de lo que carecieron los visitantes, costándoles los cuatro goles encajados.
