Estados Unidos está en alerta desde el pasado fin de semana tras interceptar, supuestamente, comunicaciones a Al Qaeda, en las que la red terrorista avisaba de su intención de atentar contra intereses norteamericanos en todo el mundo, lo que les ha llevado a cerrar numerosas embajadas en varias naciones. Y todo parece indicar que elevará su nivel, más aún después de que legisladores del Congreso aplaudiesen ayer la decisión, al considerar que la amenaza de los radicales yihadistas «es seria».
«Hay una gran cantidad de conversaciones ahí afuera», aseguró el republicano Saxby Chambliss, del Comité de Inteligencia del Senado. Así, el conservador agregó que las charlas entre supuestos terroristas sobre la planificación de un posible ataque eran «muy reminiscentes de lo que vimos antes del 11-S», por lo que calificó el ultimátum como el «más serio que he visto en varios años».
Un programa de vigilancia de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA) que recoge electrónicamente comunicaciones de teléfonos móviles y correos electrónicos había ayudado a acumular datos sobre esa amenaza, afirmó Chambliss, que especificó que, precisamente, este sistema de protección es uno de los revelados por Edward Snowden.
Fuerzas militares estadounidenses en la región de Oriente Próximo han estado en una actitud mayor de alerta en los últimos días debido a la amenaza, según explicó un funcionario norteamericano bajo condición de anonimato.
La advertencia también ha llevado a algunos países europeos a cerrar sus embajadas en Yemen, donde está localizada Al Qaeda en la Península Arábiga, considerada como una de sus ramas más peligrosas. Interpol, la agencia internacional de la Policía con sede en Francia, emitió el pasado sábado una alerta global de seguridad en la que aconsejaba a los estados miembros que aumentaran la vigilancia contra ataques después de una serie de fugas de prisión en Irak, Libia y Pakistán.
«Al Qaeda es, en gran medida, más fuerte a lo que era antes del
11-S, porque ha mutado y se ha propagado y puede venir hacia nosotros desde diferentes direcciones», declaró el republicano Peter King.
«Hemos recibido información de que personas de alto nivel de la red en la Península Arábiga están hablando sobre un gran ataque», indicó Dutch Ruppersberger, el demócrata de más alto grado en el Comité de Inteligencia.
Mientras, el Reino Unido y Francia mantienen cerradas sus embajadas en Yemen tras la alerta lanzada por Estados Unidos, al tiempo que Bélgica reforzó la vigilancia policial en lugares clave, como aeropuertos y estaciones de tren como medida preventiva.
