El avance de los milicianos de Estado Islámico sobre la localidad kurda siria de Kobani es una tragedia pero no disuadirá a Estados Unidos y sus aliados de su estrategia a largo plazo en la región, según aseguró ayer el secretario de Estado, John Kerry.
“Kobani es una tragedia porque representa la maldad del ISIS pero no es la definición ni de la estrategia o la medida completa de lo que está ocurriendo en respuesta al ISIS”, declaró Kerry en Boston, usando el acrónimo del Estado Islámico.
Los yihadistas se han hecho con más de un tercio de Kobani, avanzando pese a los bombardeos aéreos liderados por Estados Unidos en la zona.
“Solo hace unas semanas que empezamos a construir la coalición. La gente todavía está recibiendo asignaciones”, subrayó. “El objetivo principal de este esfuerzo ha sido dar espacio a que Irak sea capaz de poner en marcha su Gobierno y comenzar a hacerles retroceder”, añadió el secretario de Estado americano.
Las declaraciones de Kerry se produjeron unas horas después de que las Fuerzas Armadas estadounidenses llevaran a cabo nuevos bombardeos aéreos contra posiciones de Estado Islámico al sur de la localidad kurda, en el norte de Siria, y que el Gobierno turco advirtiera que no es “realista” esperar que sean los turcos quienes lideren por su cuenta una operación terrestre contra Estado Islámico en Siria ante el avance de este grupo yihadista.
“No es realista esperar que Turquía lidere una operación terrestre por su cuenta”, subrayó el ministro de Exteriores turco, Mevlut Çavusoglu, en rueda de prensa junto al nuevo secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg. “Estamos manteniendo conversaciones. Una vez haya una decisión, Turquía no dejará de desempeñar su papel”, aseguró.
Esta misma semana, el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, reconoció que los bombardeos liderados por Estados Unidos contra Estado Islámico no serían suficientes para derrotar al grupo yihadista y reclamó una “operación terrestre coordinada”.
Zona de exclusión
Por su parte, el responsable de la OTAN afirmó que el establecimiento de una zona de exclusión aérea o una zona segura dentro de Siria para proteger a los desplazados por el conflicto en este país, como propuso el presidente truco, no había sido discutido por la Alianza.
“Creo que no hay una salida simple y directa de los problemas que estamos viendo”, afirmó el nuevo secretario general. “No ha estado sobre la mesa en ninguna de las discusiones de la Alianza”, añadió.
Según informó el Mando Central norteamericano (USCENTCOM) en un comunicado, los milicianos kurdos parecen tener bajo control “la mayor parte de la ciudad” y “están resistiendo” frente a los ataques de los milicianos de negro.
Los cinco ataques, lanzados el miércoles y el jueves, provocaron daños en una base de entrenamiento del Estado Islámico y destruyeron varios edificios de apoyo del grupo terrorista además de dos vehículos, según aseguraron las mismas fuentes. También alcanzaron una unidad pequeña de milicianos y otra de mayor entidad.
Liberados
Por otro lado,el padre franciscano Hanna Jallouf, que fue secuestrado en la localidad de Knayeh por un grupo de milicianos armados junto a una veintena de cristianos en la madrugada del lunes, fue liberado ayer junto a otras cuatro mujeres, según la agencia de noticias católica Fides. “Sabemos que está bien y esto es importante pero no hay noticias de la liberación de los demás hombres que habían sido secuestrados con él”, explicó el obispo Abou Khazen.
Según la comunidad cristiana, el padre Hanna Jallouf y sus feligreses fueron secuestrados tras una visita a la corte islámica, donde había ido a denunciar el acoso y el abuso sufrido en el convento en las últimas semanas por parte de las brigadas de islamistas que se han apoderado de la zona arrebatando el control al gobierno de Damasco.
