El ganadero de bravo Eduardo Miura, titular junto a su hermano Antonio de la legendaria ganadería de Miura que asienta sus reales en la famosa finca » Zahariche» de Lora del Río, fue el invitado especial de la 226 Tertulia Taurina de Segovia, cuyos encuentros mensuales se han reanudado tras el paréntesis del verano. Eduardo Miura es hombre cabal y el máximo exponente en conocimientos de la cabaña española por vocación y tradición familiar. Cuarta genereación tras la formación de la ganadería en 1842 por su tatarabuelo Juan Miura.
“Mi hermano Antonio y yo asumimos la titularidad de la ganadería en 1996 tras la muerte de nuestro padre. La anunciamos a nombre de Hijos de Eduardo Miura y en 2002 pasamos a anunciarla como simplemente Miura. Es encaste propio como es natural ya que nunca mezclamos sangre alguna con nuestros productos naturales. Sobre diveros aspectos referidos al encaste procedencia Cabrera con lo de Vistahermosa, digamos que de generación en generación hemos ido pasando un examen año tras año y ahí estamos. Este año lidiamos ocho corridas de toros y seis novilladas de utreros. Los éxitos más destacados, un toro en Nimes y otro en Priego de Córdoba especialmente. Para el 2012 lidiaremos seguramente igual número de reses. Francia siempre ha representado cuestión importante para Miura. Desde tiempos pretéritos hemos lidiado en todas las ferias de mayor relieve, Nimes, Arles, Beziers, Mont de Marsant, Dax….. sobre el cincuenta por ciento de la camada en plazas francesas”.
“Nosotros tentamos eralas para utreras y lo hacemos en varias jornadas. A los tentaderos vienen toreros de diverso concepto, aunque naturalmente predominan los que son más o menos habitiales en las corridas de nuestra ganadería. En cuanto a la tienta de machos, primero a campo abierto y a caballo, después los ejemplares que consideramos pueden ser aptos, en la plaza de tientas en tentadero normal con picador, capote y muleta. Desde hace setenta años dejamos de manera permanente 250 vacas de vientre. Las hechuras y pelajes del toro de Miura es de siempre prácticamente el mismo tipo de toro. Desde la amalgama de sangres inicial apenas ha habido cruces.
Según los genetistas nuestros toros están considerados como una subraza de la raza de lidia.Sobre ciertos argumentos referidos al toro de Miura, considero que en el espectáculo de los festejos taurinos debe haber de todo, variación y gustos. No se puede caer en la monotonía. Lo nuestro se sale de lo estándar, pero no hay que olvidar que de Miura también salen toros con calidad y nobleza propias de este siglo”.
Aunque estas manifestaciones del ganadero tuvieron vigencia en los prolegómenos del coloquio-tertulia, pasados los primeros compases, se profundizó en cuestiones históricas como hacer referencia al toro «Islero», tristemente famoso por haber cusado la muerte de Manolete.
“Cuántos toros habrán causado la muerte de numerosos toreros, lo que pasó con «Islero» fue que al torero que mató era la figura máxima del toreo, el más famoso de todos. Considero que «Islero» dio fama al toro de Miura, pero yo no aseguraría que solamente para mal, ni mucho menos.
Al estar en Segovia, recuerdo el año en que vuestro torero paisano Andrés Hernando fue el triunfador de la feria taurina de Linares y ganador del trofeo «Manolete». Y como está presente Manolo Lozano, recordar que allá por la década de los años ochenta, su torero Robertto Dominguez mató en Pamplona y toro de Miura cuta arboladura causó impacto en todos loa ámbitos taurinos. El de Valladolid estuvo enorme.
A Eduardo Miura se le entregó el habitual óleo de Lope Tablada, un toro de Miura de perfectas hechuras, saliendo por la puerta de toriles. Impactante y espectacular el lienzo que agradó sumamente al ganadero.
