La dirección del PP de Segovia ha llamado al orden y en las últimas horas se afana en templar ánimos para intentar reconducir la crisis abierta en el grupo municipal del PP, derivada del creciente malestar de varios concejales populares con los comportamientos y gestión de la labor de oposición de la portavoz popular y senadora, Beatriz Escudero.
La división interna en el grupo popular quedó en evidencia, este martes, cuando cuatro concejales del PP —César Martín, Elena García Gil, Mercedes Álvarez y María José Uñón— abandonaron la sesión plenaria para no participar en el debate y votación de una moción del PSOE. La moción de los socialistas pretendía reprobar el comportamiento que tuvo Escudero en la sesión del mes de febrero, cuando abandonó el salón de plenos, a la mitad de un crispado debate, con gesto airado y dando un portazo.
Nada más acabar el pleno del pasado martes, la dirección provincial del PP mantuvo una reunión de urgencia en la sede del partido con los concejales populares. El presidente del PP, Francisco Vázquez y el secretario provincial, Miguel Ángel de Vicente escucharon lo sucedido en la sesión plenaria por boca de Escudero. Pero también escucharon la versión y sentir de los cuatro concejales que abandonaron el salón de plenos coincidiendo la moción del PSOE, en la que los socialistas atacaron sin tibiezas a Escudero, censurando su crispado comportamiento en el pleno de febrero y criticando además que solo deposite su confianza en dos ediles —Susana Moreno y Miguel Ángel Antona—, relegando al resto al ostracismo.
La reunión de la noche del martes, convocada para cerrar filas y no dar ventajas al Gobierno Arahuetes, parece haber dado sus frutos. Una de las concejalas que abandonó la sesión, Elena García Gil, aseguró ayer, en declaraciones a este diario, que existe «unidad» en el grupo municipal, aunque admitió que «hay diversidad de personas y de criterios».
La concejala aseguró que abandonaron el pleno, por espacio de unos veinte minutos, porque «no queríamos escuchar el contenido de la moción, nos parecía insultante, estamos hartos de batallas dialécticas, insultos, a los que se han acostumbrado tanto unos como otros», en alusión al Gobierno municipal y a la oposición.
Sin embargo, fuentes consultadas reiteraron ayer que los cuatro ediles salieron del salón de plenos porque, «una vez más», Escudero había despreciado su opinión en la reunión del grupo previa al pleno, y volvió solo a tener en cuenta la de sus más fieles colaboradores, los concejales Susana Moreno y Miguel Ángel Antona.
“No hay división”
«No hay división ni la ha habido, hay diversidad de personas y de criterios (…) normalmente intentamos llevar un criterio unánime al pleno y esto había sucedido hasta ahora, en esa moción cada uno teníamos nuestra propia opinión personal y la manifestamos abandonando el pleno», recalcó ayer García Gil.
Lo cierto es que en la reunión del grupo municipal del PP, antes del pleno, la moción del PSOE suscitó disparidad de opiniones entre los concejales populares. Fuentes próximas al grupo popular, señalaron que Escudero impuso su criterio y la disciplina de voto en contra del criterio de buena parte de los miembros del grupo popular, lo que suscitó malestar entre algunos. Escudero señaló que había que votar abstención. Lo curioso es que finalmente la portavoz y los cinco concejales que permanecieron en su escaño cambiaron in situ el sentido de su voto. Votaron finalmente en contra de la moción.
García Gil comentó ayer que en la reunión previa del grupo del PP «la portavoz dijo que aguantaría el tipo durante la moción del PSOE, dijeran lo que dijeran, mientras que la postura del resto era salir del pleno, no opinábamos igual».
La concejala aseguró que «no pretendíamos hacer un desaire» a la Escudero, pese a que los cuatro concejales no le informaron previamente de la maniobra. «No le comunicamos nuestra intención, pero es que no fue una cosa premeditada, surgió en el propio pleno, porque lo hablamos entre nosotros», añadió García Gil, quien explicó que «en ningún caso pretendíamos algo contra ella ni contra nuestro grupo municipal (…) la imagen de división es la que intenta subrayar el equipo de Gobierno, le vino muy bien [el incidente], pero ese era nuestro sentir».
Pese a las palabras conciliadoras de García Gil, fuentes próximas al grupo popular insistieron en que los cuatro concejales realizaron esta acción para revelarse contra la oposición de «triunvirato» que está realizando el grupo municipal del PP, en el sentido de que Escudero solo consulta con Moreno y Antona sus decisiones, relegando al resto de concejales del grupo a un papel muy secundario, imponiendo el criterio del trío.
