En lo que bien podría ser una nueva jugada de la partida secreta que desde hace meses podrían estar jugando ETA y el Gobierno para consensuar una nueva tregua de la banda asesina que llevaría aparejada la vía libre para la presencia de los proetarras en las urnas, Eusko Alkartasuna anunció ayer que el próximo domingo el partido nacionalista y la denominada izquierda abertzale celebrarán «un acto político conjunto» en Bilbao.
La cita, que se plantea como un paso previo a la rúbrica de un pacto electoral en toda regla que permitirá a los lacayos de los terroristas volver a las instituciones, no será, sin embargo, el escenario de la añorada condena de los abertzales a los atentados, un gesto que Otegi y compañía se niegan a realizar y cuya ausencia sirve a todos los demócratas para recordar que esta nueva maniobra no se diferencia en nada de todas las anteriores mediante las cuales la banda trató de colarse en diputaciones y ayuntamientos.
Según explicaron fuentes de EA, la cumbre contará con toda la ejecutiva de este partido, que pretende que los ciudadanos vascos «visualicen la sintonía y el acuerdo político», algo que, al menos por el momento, «no implica alianza electoral».
«Se ha trabajado en diferentes foros desde hace tiempo y ahora se va a visualizar esa sintonía y acuerdo que hay. A lo largo de la próxima semana se irán conociendo los detalles del acto, en el que todavía no está decidido quiénes intervendrán, pero hay voluntad de darle empaque», añadió el portavoz de Eusko Alkartasuna, que recordó que este mismo sábado, su secretario general, Pello Urizar, insistió en su apuesta por un acuerdo de colaboración con los abertzales para la creación de «un espacio soberanista por vías pacíficas» y subrayaba que la voluntad de EA es «trabajar para superar las diferencias y poner sobre la mesa aquello que nos une».
Y para dar aún más alas a las sospechas cada vez más fundadas de que todos estos movimientos se enmarcan en la citada negociación con ETA, el presidente del PSE, Jesús Eguiguren, manifestó ayer su convencimiento en que la izquierda abertzale «apuesta por métodos claramente democráticos», que ETA va a parar de matar y que el terrorismo «será pronto cosa del pasado».
Cabe recordar que Eguiguren fue interlocutor de los proetarras durante los contactos previos a la tregua trampa de 2006, una experiencia que le permitió explicar que «no tiene sentido que actualmente se esté hablando con ETA porque sería perjudicial», ya que «hay una evolución en el mundo de la izquierda abertzale, una evolución que en muy poco tiempo nos va a llevar a la paz y a que la organización terrorista pare». «Los resultados de la pacificación se están obteniendo por otro método distinto esta vez», sostuvo el vasco antes de añadir que la situación de la banda «es más delicada que nunca» porque «su brazo político ha dicho que ya está bien, que hasta aquí hemos llegado y que Batasuna va a hacer política por vías pacíficas y, si ETA sigue actuando, pues que acabará enfrentándose a Batasuna».
