Durante las primeras semanas de la pandemia, muchas de las comunidades de religiosas de clausura de la capital dejaron de lado sus quehaceres habituales para sumarse a las distintas iniciativas de confección de mascarillas y elementos de protección para los sanitarios que luchan diariamente para atajar las consecuencias del Covid-19.
Ahora que la situación tiende muy despacio a remitir, los conventos comienzan a mirar por su propia supervivencia, afectada también por la crisis social y sanitaria, y reclaman el apoyo de quienes en otras ocasiones colaboran a la subsistencia cotidiana de estas comunidades.
En el caso de las Clarisas del Monasterio de Santa Isabel, el decreto de estado de alarma y el confinamiento han hecho que la comunidad tenga un importante stock en sus almacenes de las deliciosas pastas y dulces que elaboran artesanalmente desde hace años, y que ahora no pueden vender directamente al público.
Como muchos otros establecimientos, las religiosas han sabido hacer de la necesidad virtud y desde esta semana ofrecen al público la posibilidad de realizar pedidos via telefónica y a través de whatsapp de algunos de sus productos más conocidos, con precios muy asequibles.
Los interesados en degustar las deliciosas rosquillas, mantecados e ‘isabeles’ entre otros productos pueden hacer su pedido en el teléfono del monasterio para pedidos 921.421229 o por wassapp al 609 45 03 10, donde serán atendidos por la madre Pilar.
Las entregas se harán a domicilio en Segovia capital y fuera de Segovia por la empresa de mensajería NACEX a porte debido.
También la comunidad de Carmelitas Samaritanas del Corazón de Jesús, que ocupan desde hace pocos meses la casa rectoral del santuario de Nuestra Señora de la Fuencisla piden el apoyo de los ciudadanos a través de la venta de su trabajo artesanal.
Ante la imposibilidad de poder acercarse a la tienda abierta en su convento, las religiosas ofrecen la posibilidad de comprar su variada oferta de productos artesanales a través de la tienda online web www.elbazardelconvento.es. Productos artesanales de alimentación, cosmética, libros, artículos religiosos y muchos otros forman la oferta de esta comunidad que puede consultarse en la mencionada página web.
Ambas comunidades han sido ejemplo de solidaridad en este tiempo, a la que ahora apelan para poder subsistir. Quizá sea la excusa perfecta para un regalo del Día de la Madre o un pequeño capricho en forma de pasta o dulce…
