Un chocolate calentito al final de la tarde puso fin al encuentro diocesano de adolescentes que los Secretariados de Pastoral Juvenil y Catequesis de la Diócesis de Segovia organizaron el sábado en Riaza. Acompañados por un estupendo día soleado, aunque con restos de la nevada de días pasados con los que compartir un divertido intercambio de bolas de nieve, los chicos y chicas participantes se dedicaron durante la mañana a hacer una dinámica con la que reflexionaron sobre la belleza de la fe y la alegría de ser creyente en una sociedad donde se silencia la voz de Dios.
El obispo de la Diócesis, Ángel Rubio, no quiso perderse esta cita y se desplazó hasta la localidad desde Segovia en donde estaba participando en un encuentro del Secretariado de Liturgia sobre el Domingo.
Durante la misa que celebró con los adolescentes les recordó que los dones del Espíritu Santo que reciben con el sacramento de la confirmación «capacitan para mantener viva la fe, fortalecer el testimonio ante el mundo y llenarse de piedad y sabiduría divina». Y como ejemplo, puso a los muchachos allí presentes que ya se habían confirmado y permanecen vinculados a sus parroquias en donde comparten la alegría de la fe.
