Dos de las víctimas del presunto pederasta del distrito madrileño de Ciudad Lineal, Antonio O. M., y un testigo le identificaron en las ruedas de reconocimiento practicadas por la jueza María Antonia de Torres, unas diligencias que serán impugnadas por la defensa del acusado al estimar que las mismas están viciadas por la difusión de imágenes.
En total, se realizaron nueve ruedas de identificaciones, de las que tres habrían salido con resultado positivo, según las mismas fuentes. En concreto, se trataría de la víctima de una agresión sexual, cuya prueba se realizó el lunes, y de un intento de secuestro, así como de un testigo.
En el caso de las otras seis ruedas, habría habido “muchas dudas” por parte de las menores. Las mismas fuentes señalaron que quedan dos diligencias de este tipo que serán señaladas por el Juzgado en los próximos días.
Antonio O. M. asistió a las exploraciones de las niñas desde una sala contigua del Juzgado, donde pudo escuchar los detalles ofrecidos por las pequeñas. De hecho, habría escuchado cómo su primera víctima, una menor de origen chino, habría asegurado que la persona que la agredió “no estaba ahí” en alusión a la rueda previa a la exploración.
Fuentes señalaron a Europa Press que una de las pruebas de ADN correspondiente a la primera agresión (niña de Coslada) no coincide con ninguno de los perfiles genéticos que están incluidos en un fichero de agresores sexuales, en el que está incluido Antonio.
Como ya avanzó hace unos días, el abogado defensor prevé impugnar las ruedas de reconocimiento, dado que las propias menores habrían manifestado que vieron imágenes de su supuesto agresor a través de los medios de comunicación. Esta circunstancia invalidaría la prueba por completo.
Fuentes fiscales señalaron que si se impugnan, se estudiará. No obstante, recalcaron que si hubieran pensado que es una prueba inválida, no la hubieran practicado.
Las ruedas de reconocimiento, en las que participa el detenido con otras cuatro personas, continuarán en los próximos días, según vaya determinando la juez, que irá llamando a las víctimas que considere oportuno para seguir con las diligencias de instrucción del caso.