Los dos terremotos que tuvieron lugar el jueves y ayer en la prefectura japonesa de Kumamoto, uno de 6,2 y otro de 7,3 en la escala Richter, dejó, hasta el momento, un total de 37 muertos y cerca de 1.000 heridos, según los últimos datos ofrecidos por la agencia de noticias japonesa Kyodo.
En algunas áreas de la prefectura, la intensidad de la sacudida ha alcanzado el nivel ‘6 plus’ en la escala sísmica nipona, una escala que tiene niveles de 0 a 7. Tras este seísmo, se emitió una alerta por tsunami para las zonas costeras pero la Agencia la retiró unos 50 minutos después. “El terremoto del jueves podría haber sido un aviso de este”, contó Shinji Toda, profesor de la Universidad de Tohoku a NHK. Desde entonces se produjeron además varias réplicas, la mayor de 5,8.
La única central nuclear en activo de Japón está ubicada en la misma región, aunque las autoridades confirmaron que no hay irregularidades en las instalaciones y que los dos reactores continúan operando.
En torno a 69.000 personas tuvieron que ser evacuadas de sus viviendas en la prefectura. Además, numerosos servicios se han visto interrumpidos: unas 160.000 viviendas están sin electricidad y las líneas de gas fueron desconectadas en algunas áreas en el que el temblor tuvo mayores repercusiones.