Al menos dos lobos murieron atropellados en las carreteras segovianas durante el año 2012, de acuerdo a los datos facilitados por el Servicio Territorial de Medio Ambiente. El primer atropello se produjo el 29 de septiembre, en el término municipal de Escobar de Polendos, y el segundo el 24 de noviembre, a escasos kilómetros, en término de Otones de Benjumea, núcleo perteneciente al Ayuntamiento de Torreiglesias.
Los atropellos continúan siendo una de las principales causas de mortalidad de los lobos segovianos. La mayoría de ellos se producen entre finales de otoño y principios de la primavera, coincidiendo con la época en la que los adultos empiezan a enseñar a cazar a sus cachorros.
Además de los dos lobos atropellados, personal de la Junta abatió recientemente, una loba, en la comarca de El Espinar.
El delegado territorial de la Junta, Javier López-Escobar, ha asegurado que estas tres muertes “no suponen un riesgo para la pervivencia de la especie”, cuya población se encuentra “prácticamente estabilizada” en la provincia de Segovia. Con respecto al sacrificio de la citada loba en la comarca de El Espinar, López-Escobar recordó que, anualmente, la Junta autoriza capturas de lobos con la intención de reducir los daños a la ganadería. En 2011, por citar un ejemplo, la Administración Regional asignó a Segovia un cupo de siete lobos. “En raras ocasiones se llega al límite superior del cupo marcado”, reveló López-Escobar, quien indicó que “la Junta tiene la obligación, en cumplimiento del Plan de Gestión del Lobo, de controlar su población, para lograr que la especie sea compatible con las actividades tradicionales como la ganadería”.
