El Ayuntamiento de Burgos ha declarado hoy día de luto oficial y la bandera de la ciudad luce un crespón negro, al tiempo que el alcalde, Juan Carlos Aparicio, propondrá guardar un minuto de silencio durante la celebración del próximo pleno por el fallecimiento de dos empleados del Servicio de Aguas Municipales, J.M.G.G., de 55 años, y V.P.B., de 41, años, quienes murieron el pasado sábado, alrededor de las 21.30 horas en la BU-820, cuando se dirigían a la potabilizadora de la localidad de Arlanzón y sufrieron un accidente de tráfico, al chocar contra un árbol que se cayó por las fuertes rachas de viento.
Aparicio, que participó hoy en la celebración de la fiesta de la Universidad de Burgos y el Día del Doctor, expresó su “máximo afecto y apoyo a las familias que han sufrido este cúmulo de infortunios que ha avocado a una situación irreparable, con la pérdida de dos excelentes trabajadores del Ayuntamiento de Burgos que iban a reparar una deficiencia provocada por la falta de suministro de energía eléctrica”.
Finalmente, Aparicio sostuvo que existió una “capacidad importante de respuesta desde los servicios de seguridad de la ciudad”, tanto por parte de los bomberos como por parte de la policía local, que atendieron a un número tres veces superior de incidencias.