Falta de actitud, cabezas sin compromiso y ausencia de equipo. Las acusaciones de José Mourinho intentan encontrar las razones del mal inicio de temporada de un Real Madrid muy diferente del que se consagró campeón de la Liga unos meses atrás.
El conjunto blanco sumó el pasado sábado ante el Sevilla su segunda derrota en cuatro partidos, ha cosechado hasta el momento cuatro puntos sobre 12 posibles y se colocó a ocho del Barcelona.
El bloque de Mourinho mostró todo su potencial en la final de la Supercopa de España y se adjudicó el título, pero luego ha caído en un espiral de desconcentración en la competición doméstica.
«Me preocupa mi equipo, jugamos la Supercopa y no hemos hecho nada más», afirmó el técnico, que agregó: «Mi preocupación es esa: más que los puntos, es que, en este momento, no tengo equipo».
El Real Madrid ha vivido un clima de desorden a lo largo de los cuatro partidos que ha disputado hasta el momento. Posiblemente, los dos mayores conflictos se encontraron en las dos áreas: se mostró demasiado vulnerable en las jugadas de balón parado de los rivales e inusualmente errático a la hora de anotar goles.
El Real Madrid ha encajado goles en los partidos contra el Valencia, Getafe y Sevilla, precisamente en los que dejó puntos por el camino. Además, apenas ha sumado cinco goles a favor, siete menos que el Barcelona de Tito Vilanova.
«Es cierto que ha llegado el momento de plantearnos qué podemos mejorar. Es el momento de cambiar de actitud. Yo siempre digo que aquí somos todos culpables: del primero al último», afirmó Sergio Ramos.
Por si fuera poco, la crisis futbolística de la escuadra ‘merengue’ se ha visto contaminada en las últimas semanas por la parafernalia acerca del estado de ánimo de Cristiano Ronaldo.
El portugués dijo estar triste, dejó el suspense sobre los motivos y generó un circo de especulaciones y rumores sobre conflictos internos, reclamos de mejoras económicas y hasta posibles deseos de abandono del ‘barco’.
José Mourinho, por su parte, se encargó de denunciar de manera implícita ese clima que él mismo calificó como «historias de revistas del corazón».
«Esto tiene que ver con un estado de espíritu colectivo, con cabezas comprometidas, concentradas en que el fútbol es lo prioritario. Ahora hay pocas cabezas comprometidas», sentenció.
Hace unos años, Guardiola afirmó, después de que el conjunto ‘culé’ ganara seis títulos en 2009, que lo más difícil para el futuro era que su plantilla pudiera mantener intacta la ambición.
Mourinho quizás tenga la posibilidad de contagiar esa ambición a su equipo a partir de mañana, cuando el Real Madrid inicie su participación en la Champions contra el Manchester City y afronte la búsqueda de la ‘décima’, ausente en las vitrinas desde 2002.
Respecto a la Liga, la plantilla sabe que las posibilidades siguen latentes. Sin ir más lejos, el equipo inició la temporada pasada con siete puntos sobre 12 posibles y luego se coronó campeón con 100.
