¡Anda que no! Puedo asegurar y aseguro que si se busca, al final se encuentra. Lo mismo es una perogrullada –que puede-, mas si no se busca será muy difícil encontrar. Siendo esto último lo que más se acerca a una ‘lección magistral’ de los que nacieron un poco antes que nosotros. A saber, Plutarco, Sócrates, Platón, Los Amantes de Teruel (dos), León XIII, Pedro I, Pedro II (uno)… puede que con esta tesis no estén de acuerdo ni los unos ni los otros. Por ello nació luego la antítesis, que es lo contrario de lo que dicen los otros de los unos. De ahí una frase mítica: ‘ni contigo, ni sin ti, tienen mis males remedio’.
A los efectos, creo que conocerán la frase, tras mítica conversación habida entre un pastor con una de sus ovejas, que en ´diálogo subido de tono’ mirándola a los ojos le dijo: “demostrado queda aquí que dos no discuten si uno no quiere”. Y dicen –observadores ‘neutrales’ ellos-, que la oveja –churra con genio-, asintió moviendo la cabeza. Lo que me lleva a preguntarme cómo es posible que sepan tanto de política las ‘churras’.
Y ahora noto que se me ha ido la idea primigenia y tengo que volver al principio. Me las prometía felices al inicio, mas decidido estoy ante la duda, de salir por ‘peteneras’, pasar en vuelo alto sobre la política ‘patidifusa’, que es como quedarse ‘pasmao’, y cantar en solitario “Esta España mía, esta España nuestra”… Si es que aún queda algún ‘edificio’ en pie.
Pues eso. Que vamos a lo nuestro tras una apertura digna de elogio. Si bien no tengo seguridad alguna de que cualquier redactor jefe la diera de paso. Pero ese es otro cantar.
Una de torres de altos vuelos
Sepan que el palacio Torreón que los segovianos conocemos como el de Puñonrostro, fue construido, en mitad del siglo XV por el adinerado Diego Arias Dávila (el primer conde de Puñonrostro fue su hijo Juan), en ubicación que daba la espalda al Palacio de San Martín, que mandara construir Enrique IV. Lugar donde había hasta leones. Lo que dice mucho de cómo se las gasta la política. Luego, más/despues, por el XVIII o por ahí, sirvió de Parador. En 1856, por ejemplo, lo habitaba, porque era de su propiedad, Isaac Pérez de la Torre. Dos más tarde era Cuartel de la Guardia Civil.
Descrita una parte, les cuento la otra. El total de superficie del palacio es de 2.725,40 metros2, de los que 1.407,48, se ubican en la planta baja. Y por más que ahora no se utilicen como tal, en sus inicios contaba con dos patios y tres corrales. Que era lo normal en estos lugares. El patio, en su construcción inicial, tenía columnas de piedra blanca con labores en los capiteles. Éstas se llevaron a la Iglesia de San Nicolás, donde conformaron (conforman) el atrio del edificio, que tras dejar su función de templo católico, pasó por diferentes manos. En el patio se colocaron soportes de fundición y el patio es hoy acristalado.
En valoración que del referido edificio que se hizo en el siglo XIX, ‘salieron’ 132.000 reales. Entonces era propietaria la condesa de Santibañez (Mª Rosario Teresa Chaves y Armada), XI en la línea sucesoria.
También les describo que en el edificio se han realizado obras ‘por un tubo’ desde el año 1943 hasta nuestros días. Ahorita mismo, mes de marzo de 2024, pueden observar el gran andamio que se sitúa en la fachada principal. En el edificio han compartido y sufrido obras varias promociones de funcionarios. No es de extrañar, piqueta en mano, que del antiguo palacio a lo que ahora queda de él, poco se parecen. Un ejemplo. Su actual entrada principal, la que se ‘diseñó’ a mediados de los años 40 del siglo XX, tiene ahora como portada la que fue del Palacio de Quitapesares. Hasta ese año la entrada principal se situaba al este del edificio.
Lo descrito fue lugar ubicado en la calle Ancha, ayer, y Colón, hoy, lo es a grandes rasgos. Pues hasta que en 1882 se quedó con él el Ministerio de Hacienda para sede de su delegación en la Provincia, sucedieron muchas ‘quisicosas’ más.
Finalizo está ‘grandísima’ información, valorada según tasación academicista entre el 0 y el 1, dejando con ello constancia de las vueltas que da la vida. El Palacio medieval lo construyó uno de los Arias Dávila al que dinero le sobraba. Ahora, cinco siglos después, es sede del Ministerio de Economía y Hacienda, y yo le he ‘sacao’ un euro a la bono loto ¡Señor, señor!
Otros detalles de la vida de aquí
Pues sepan que en el año 1907 los billetes de cincuenta pesetas circulantes en España –que nunca llegaban al bolsillo de pobres-, se fabricaban en Inglaterra. Aquél, el inglés, era mejor papel/moneda que el que había en España. Reinaba entonces Alfonso XIII y presidía el Gobierno el conservador Antonio Maura.
Regreso al pasado. Discurrían los días del año 1560, cuando el fabriquero de la Catedral, Juan Rodríguez, al que acompañaban otros canónigos, se desplazó al palacio de Valsain donde se encontraba ‘como en casa’ Felipe II, para ‘ofrecerle’ el lugar donde se ubicaba la catedral antigua de la ciudad. Los canónigos querían con el ofrecimiento que el Rey observara el ‘tamaño’ de las ruinas del que fuera primer templo de la ciudad. El Monarca escuchó las explicaciones, las dio mil vueltas antes de digerirlas y diez años después ¡milagro, milagro! ordenó que se demoliera lo que quedaba de ellas. Sepan también que las casas obispales, anexas a la catedral, permanecieron tal cual hasta el año 1816.
Siguiente, pero sin orden alguno. Problemón con la carnicería existente en la Travesía del Patín. Los propios carniceros denuncian al Concejo: ‘la cámara donde está la carne tiene bajo ella la cuadra (caballeriza) de Hernando de Salamanca y la carne se calienta, por lo que suplicamos al Ayuntamiento que compre la cuadra y se ponga fin a tanto daño’. Hubo otra sugerencia de los del oficio de la carne: ‘Pedimos cobijo para los días de invierno, pues la mayoría del gremio (prácticamente todos) despacha la carne en la calle’.
¿Les hacían caso? Pues… opine el lector. Esta última ‘sugerencia’ la ‘elevaron’ a las autoridades en los años 1572, 1599 y 1626. Que fue cuando comenzó el rumor de que ‘las cosas de palacio van despacio’. Y hasta ahora.
