La sección séptima de la Audiencia Provincial de Madrid estudiará el informe médico del ingreso en los servicios de Urgencias del doctor Eduardo Vela para señalar el juicio tras su aplazamiento definitivo por la incomparecencia, por motivos de salud, del médico jubilado en el juicio en el que se sienta en el banquillo por el primer caso de bebés robados juzgado en España, informaron fuentes jurídicas.
La Sala deberá decidir en las próximas horas hasta cuando aplaza la vista oral dependiendo de la salud del médico. Al parecer, Vela por su avanzada edad sufre todo tipo de dolencias como insuficiencia renal y arritmias, entre otras patologías.
Esta mañana no se presentaron a la segunda sesión de la vista oral en la que estaban previstos cinco testigos y la conclusión del juicio con los informes definitivos de calificación penal.
El abogado de Vela, Rafael Casas, informó que su cliente estaba ingresado en el servicio de Urgencias de un hospital madrileños por mareos y dolores. En la sala, mostró en su móvil un justificante médico.
Tras escuchar a las partes, la presidenta del tribunal, María Luisa Aparicio, acordó que no se puede continuar en este momento la celebración del juicio al no conocer su situación de salud. Además, dio un plazo hasta las 12.30 horas de este miércoles para fijar un nuevo señalamiento si Vela sigue ingresado.
Previsiblemente, se señalará la vista para la próxima semana. Según la ley, hay un plazo de 30 días para que la práctica testifical de un juicio que se haya tenido que suspender deje de ser válida. Si transcurre ese plazo, se tendría que repetir su declaración.
Niega los hechos
Vela se sienta desde el martes en el banquillo de los acusados por delitos de detención ilegal, suposición al parto, falsedad documental y sustracción de menores. La fiscal pide 11 años de prisión, mientras que la acusación particular que representa a la denunciante Inés Madrigal eleva éste petición a 13 años de prisión.
Ya en la sesión del martes, el médico jubilado intentó evitar su declaración alegando motivos de salud. Sin embargo, los forenses de la Audiencia madrileña determinaron que sí estaba en condición de comparecer en el juicio.
En su declaración, el acusado tuvo dificultades para contestar por su visible debilidad ante su avanzada edad. Vela siguió el juicio sentado en una silla de ruedas. A preguntas de la fiscal, afirmó que no entregó ninguna niña “a nadie” y aseguró que no reconocía su firma en la partida de nacimiento de Inés Madrigal, la denunciante del caso.
Estaba previsto que comparecieran cinco testigos del caso, entre ellos unas periodistas francesas que hicieron una cámara oculta a la mujer del ginecólogo, quien habría reconocido que entregó el bebé a la madre.
