Ante las enormes presiones a las que ha sido sometido en los últimos días, y tras comprobar la pérdida de confianza entre una mayoría de los 21 vocales del Alto Tribunal, el presidente del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), Carlos Dívar, se comprometió ayer en el Pleno Extraordinario de la institución a adoptar una postura «rotunda y contundente» la próxima semana. Un anuncio que fue interpretado como una futura dimisión que, previsiblemente, se materializará el próximo jueves 21, cuando se celebre la reunión y una vez pasen los actos de celebración del Bicentenario de creación del Tribunal Supremo que preside mañana el Rey.
Así, la portavoz del órgano de gobierno de los jueces, Gabriela Bravo, leyó un texto acordado unánimemente «conforme al sentido mayoritario de las opiniones que se han exteriorizado» por todos los vocales del Consejo tras un debate de tres horas, que puso de manifiesto la pérdida de confianza en el actual presidente a cuenta de la polémica por los viajes de fin de semana cargados al CGPJ, por valor cercano a los 28.000 euros.
Tras escuchar a 14 miembros de este órgano manifestar esta falta de respaldo, Dívar dijo textualmente que participaba del criterio de todos los que habían hablado y compartía que «la situación es insostenible». «Está bastante claro lo que quiero decir, y la próxima semana anunciaré una postura rotunda y contundente», desveló el presidente del Supremo.
A la vista de esta manifestación, el CGPJ acordó trasladar al Pleno ya convocado para el próximo jueves los dos puntos del orden del día de ayer. De esta forma, primero se estudiará la propuesta de Margarita Robles, Félix Azón, Inmaculada Montalbán y Carles Cruz, que instan a su dimisión y, si no prospera, lo que ahora parece muy poco probable, se votará lo solicitado por José Manuel Gómez Benítez, el vocal que denunció la existencia de los viajes ante la Fiscalía, que es la que verdaderamente puede promover su cese.
Los cinco vocales citados, más Margarita Uría, emitieron un voto particular concurrente en el que señalaron que la dimisión debería haberse materializado ayer por las razones señaladas en el escrito que leyeron al inicio del Pleno, y en el que justificaban su petición en la necesidad de recuperar la «confianza de la sociedad en el sistema de justicia». No obstante, durante la rueda de prensa posterior a la cita, Bravo rechazó contestar de forma clara si las palabras del presidente podían interpretarse como una dimisión anunciada para la próxima semana, una vez concluyan los actos de celebración del Bicentenario del Supremo.
Al término del Pleno, Gómez Benítez señaló que el debate sobre la dimisión se traslada al próximo encuentro «en el caso de que no se haya producido la dimisión anteriormente». «Hemos entendido que, de acuerdo con el sentido mayoritario de pérdida de confianza, el presidente tiene que adoptar una decisión contundente antes del próximo jueves», aseveró. «Ha sido una decisión muy positiva y a nadie le cabe la menor duda de que antes del jueves se producirá la dimisión», agregó.
Asimismo, el vocal desveló que «es un acuerdo al que se llega después de que la mayoría de las intervenciones manifestaran la pérdida de confianza en el presidente».
