El Gobierno holandés convocará elecciones anticipadas tras la caída ayer del Gabinete de coalición por las diferencias de los partidos miembros del Ejecutivo sobre la permanencia o no de las tropas holandesas en Afganistán, cuya retirada estaba pactada para finales de este año.
El primer ministro, Jan Peter Balkenende, disolvió horas después el Gabinete oficialmente con la comunicación a la reina Beatriz. A partir de ahora, contará con 83 días para convocar los comicios, lo que significa que éstos se celebrarán como muy tarde en el mes de mayo, en lugar de a principios de 2011, como correspondía.
El democristiano lideraba desde febrero de 2007 un Ejecutivo de coalición entre su partido (CDA), los laboristas del PvdA y los calvinistas de CU.
La caída del Gobierno de Balkenende se produjo cuando ayer, de madrugada, los ministros laboristas decidieron retirarse de la coalición, tras una larga discusión sobre si las tropas holandesas debían o no continuar un año más su labor en Afganistán. Éstos eran partidarios de no prolongar la misión, ni siquiera para adiestrar militares afganos como proponía la OTAN.
No obstante, los democristianos y los calvinistas querían cumplir con las «responsabilidades» solicitadas por parte de la Alianza Atlántica y acceder a la ampliación de la participación de Holanda en la misión en el país asiático.
Según diferentes sondeos de opinión en el país, un 66 por ciento de los holandeses apoya la retirada de las tropas neerlandesas de Afganistán, donde han muerto 21 soldados de esa nacionalidad, a finales de 2010.
La salida del PvdA de la coalición, un partido en decadencia en los sondeos electorales, supone que sus ministros serán sustituidos hasta que se celebren nuevas elecciones por políticos del CDA y CU, los otros dos grupos que componen el pacto gubernamental.
El Gobierno pasará a ser dimisionario y regirá de forma provisional en funciones, sin poder tomar decisiones relevantes.
Una de las organizaciones políticas que más ha celebrado la ruptura del Ejecutivo es el del antimusulmán Geert Wilders (Partido para la Libertad-PVV-), que con sus ideas de extrema derecha se encuentra entre los beneficiados por los sondeos electorales. «El PVV está contento con la caída del Gobierno, que aunque largamente esperada, finalmente ha llegado», según un comunicado emitido por ese partido.
Algunas encuestas de opinión apuntan a que el Partido para la Libertad, que ha hecho una campaña en contra de la inmigración, podría convertirse en la segunda fuerza política.
En principio, ningún grupo en el Parlamento, compuesto por 150 escaños, se ha mostrado dispuesto a gobernar en coalición con el partido de Wilders.
Los laboristas podrían recuperar parte del perdido respaldo electoral por su postura respecto a Afganistán, pero eso no podría ser suficiente para formar una coalición de izquierda.
Con ese panorama, las negociaciones para formar un nuevo Gobierno tras las elecciones anticipadas se vaticinan largas, ya que podría darse el caso de necesitarse, incluso, más de tres partidos para formar una coalición gubernamental.
Los sufragios municipales, que se celebrarán el próximo 3 de marzo en todo el país, podrían suponer el primer tanteo electoral de lo que se puede avecinar en los comicios parlamentarias.
Este es el cuarto Gobierno consecutivo del democristiano Balkenende que se disuelve de forma anticipada.
Tras la ruptura de la coalición, Balkenende declaró en rueda de prensa que experimentaba la caída de este su cuarto Ejecutivo como una «derrota» y explicó que la confianza entre los partidos de la coalición de Gobierno se había roto definitivamente.
