El primer ministro danés, Lars Lokke Rasmussen, anunció ayer la imposición de controles temporales en la frontera con Alemania en respuesta a la entrada en vigor de controles por parte de Suecia en su frontera con Dinamarca. Según explicó el primer ministro, los controles fronterizos serán efectivos y durarán inicialmente diez días, tras lo cual podrían prorrogarse otros 20 días si la situación lo requieriese en este caso.
Rasmussen reconoció que la decisión es una “reacción a la decisión adoptada en Suecia”, que comenzó el pasado domingo a comprobar los documentos de identidad de todos aquellos que llegan al país desde Dinamarca a través del puente que une los dos países. “Este es un paso importante y debería considerarse a la luz de la seria crisis de refugiados e inmigrantes que está enfrentando Europa”, sostuvo Rasmussen, según el diario danés ‘The Local’. Para el primer ministro, esta será probablemente “la mayor y más complicada crisis que hemos visto este siglo”.
Según explicó, los controles en la frontera con Alemania serán aleatorios y será la Policía danesa la que los lleve a cabo en los ferries y trenes que llegan a Dinamarca. “La Policía no pedirá a todos que muestren sus pasaportes”, indicó. En el caso de Suecia, serán las empresas privadas de transporte las encargadas de comprobar la identidad de todos los pasajeros.
La información sucede a la anunciada hace unos días por la agencia de fronteras de la UE, Frontex, cuando dijo que comenzaría con el despliegue de 293 trabajadores y 15 buques en las islas griegas del mar Egeo en una operación denominada Intervención Rápida Poseidón y que respondería a la petición de ayuda de Grecia para gestionar el flujo de refugiados. La misión prevé el despliegue de un total de 400 personas y más buques, vehículos y material técnico para ayudar a las autoridades griegas en la gestión de las corrientes migratorias.
Esta nueva misión sustituyó a la Operación Conjunta Mar de Poseidón y contará con un mayor número de trabajadores para la identificación y registro con huellas dactilares de los recién llegados. También incluye intérpretes y expertos en falsificaciones. Frontex recordó que la participación en las Operaciones es voluntaria.
