…Y TE DIRÉ DE QUÉ CARECES, así se completa el refrán, uno de los cientos de que podemos echar mano, ya que siempre –o casi siempre- encontraremos uno que venga bien a nuestro propósito.
Este es el caso, ahora, de las “grandes” ofertas realizadas por anteriores corporaciones municipales en relación con el destino del “chupa-euros” que sigue siendo el mastodóntico edificio del CAT (así denominado inicialmente), que contemplamos, y creo que todavía asombrados los propios vecinos, al entrar en la ciudad por la autopista A-6.
Se empezó a presumir de algo de gran importancia para la ciudad, pero los inicios demostraron la imposibilidad de que se lograra el proyecto total. Y entonces comenzaron las promesas locales y gubernativas, con el supuesto propósito de instalar un Centro de Innovación, Tecnificación y Alto Rendimiento (CITAR), ofrecimiento del Ministerio de Educación primero y para “confirmarlo”, también del propio Presidente del Gobierno. Lamentablemente algunos nos lo creímos, pero no recordamos entonces una frase de Napoleón Bonaparte:”La mejor manera de mantener la palabra es no darla.”
Pero en este caso se dio, y desde entonces venimos asistiendo a las correspondientes peloteras entre equipo de gobierno (o sea, el señor alcalde) y la portavoz de la oposición (o sea la señora ex alcaldesa). Como parece que el ministerio de turno no suelta palabra y que, además, según se afirma, no hay nada confirmado “sobre la mesa”, la oposición municipal se impacienta y ha acordado (con todos los grupos que la componen) insistir en que se repita la oferta, y han ganado una votación para que el Municipio ofrezca de nuevo la totalidad del CIDE –insisto en que inicialmente llamado CAT–al Ministerio de Educación para que se instale aquí el CITAR. (Aunque está demostrada la poca atención que los sucesivos gobiernos de la nación vienen teniendo con Segovia).
Para no perder la costumbre, ahí viene otra nueva pelotera por reclamación de los que fueron propietarias de los terrenos del CIDE (¡otra vez más el CIDE!), porque dicen que se ha cambiado el uso al que primeramente se destinó. Lo cierto es que ese CIDE va a ser, in eternum, un problema del que se desprendieron los que le pusieron en marcha. ¡Este pueblo nuestro tan querido…!
De tanto repetir CIDE, CITAR y CAT, va a llegar momento en que todos nos confundamos y en definitiva no sepamos qué “queremos”, aunque unos lo tienen bien claro y, naturalmente, los otros asimismo también. No sé si al final tendremos que echar la moneda al aire y elegir cara o cruz…aunque “cruz”es lo que realmente se está pasando con el tema. Pero hay una cosa cierta: que muchos, muchos segovianos no entran en el juego porque, en realidad, aún no han llegado a entender del todo “de qué va la cosa”.
Y mientras se nos va acercando la Navidad y las nuevas ideas del ejecutivo gobernante están ya, como era de prever, siendo contestadas con posición negativa, para no perder la ocasión de llevar la contraria por parte de la oposición. Y es que ni para la época en la que todos presumimos más de amistad, compañerismo, unión, felicitaciones, buenos deseos y etc. etc.–sin tener en cuenta el significado y contenido religioso del momento- llega el auténtico sentimiento de la verdadera comprensión y unidad de criterios.
Así es que, ante las próximas fiestas y los desacuerdos, los ciudadanos vamos a tener que imitar al bíblico personaje de Job, que tras llegar a ser uno de los más ricos de Palestina, paulatinamente fue perdiendo su inmensa fortuna, a su esposa, a los diez hijos…, pero nada de ello le condujo a perder su fe en Dios. Y creamos en Él o no, al menos intentemos imitar un poco la paciencia del santo Job para con nuestros conciudadanos.
